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domingo, 12 de agosto de 2012

Sábado sorpresivo.

Unas horas antes la necesidad de fiesta habia sucumbido de manera patética, en palabras de Jenny, quizás coincidiría con ella, sin embargo aunque no hubiese habido propiamente una fiesta, si acaeció el día satisfactoriamente, por que además de disfrutar una cagüama cervecera y la convivencia a la hora de la cena con capoeiristas de Morelia, gocé con la roda dirigida por Mestre Cabello y el juego entre Mestre Cabello y Mestre Acordeon. La noche cedió paso al astro rey y el celular que debería despertarme para ir a capoeira en sábado no cumplio su cometido, abrí los ojos escuchando el partido olímpico de futbol entre Brasil y México. La primer sorpresa del día Mexico dejaba de ser, al menos en el futbol olímpico, el país del ya merito, a ser el país que llevaría la presea aurea. Si hay más deportes, más cuestiones, pero como mencionaría alguien en el cara libro para muchos no dejó de ser un momento dulce, cristalizado en una recurrencia terrible a la nike de la independencia -el ángel pa'l vulgo.

Después de almorzar con la nutria, mi madre y mi hermana, emprendí camino al festejo de la boda nana-novino. Novino, un amigo de la capoeira, que por alguna razón desde que lo conozco me cayó bien, quizás sea por que fue de los primeros en romper el hielo hacia mi persona molestándome con una infantil nalgada o de los pocos que me han dado una meia lua com paso en la cabeza o una armada rasgándome la nariz. Sin duda todo un personaje, en palabras de su hermana todo un hiperactivo personaje. Así que rompí el hielo hace unos 6 años yendo a su cumpleaños. Su, ahora esposa, una mujer muy hermosa, quizás en medida y proporción al novino, y más sabiendo que se dedica a la computación. Sea este bosta un augurio de felicidad, se le desea lo mejor. No imagino como será cuando tengan hijos. ¿Quizás como los simpatos o Adolfo y Rosita o Tarántula y Ahiko?

Algo que debo confesar me duele en el músculo que nos mantiene vivos, es el hecho de que la vida pasa y también con la capoeira y quienes están en la capoeira. No sé por qué con las personas que convivo de la capoeira siento que no pasa el tiempo, que siempre tenemos la misma edad, pero el hecho es que no es así. Es algo que me llena de una profunda tristeza. Todo tiene un principio y un fin, es lo inevitable de la existencia: Saudade.

Horas más tarde tras los parabens y la despedida, después de una pausa viendo el refrito de Viernes 13; llegaba a un lugar a lado de los restaurantes chinos de Revolución, donde cada mesa era coronada por los tipicos envases de los lares en donde beber cerveza en cantidades industriales y perderse en Dionisio es la costumbre. Fui al cumpleaños de Jonatan, amigo de la oficina, en donde esperaba encontrar más personas del lugar donde trabajo. Craso error, la sorpresa fue percatarme que en medida de cada quien, las personas buscan luchar, incluso desde trabajos no bien pagados como es el caso de la mensajería y esa lucha va acompañada del disfrute de la existencia: gimnasio, lectura, ajedrez... Cerveza y más cerveza fluyó por el gañate. Corrijo, la sorpresa fue darme cuenta que las personas que pensamos simples, en realidad es estúpido pensar tal, pues pueden ser más complejas que uno mismo. Por eso, como nota personal, nunca hay que simplificar a las personas, toda y cada uno de nosotros somos complejos en muchas medidas, quizás hasta fractales simplificados.

Otra cosa que me sorprendió es que uno de sus amigos, quien no conocía, me mencionase que habla mucho de mi. ¡Ahh caray! Así como imagino ha de ser su vida, en términos románticos, manejando la moto, yendo al gimnasio... Supongo el imaginará la mía habiendo estudiado matemáticas. Esa es la reflexión que mis neuronas arrojan, pues con la mayoría de sus amigos con quien me presentó hacía incapié en que era matemático. Lo cual en cierta forma tiene sentido, pues es lo poco que conoce de quien plasma estas palabras.

En una movida, un poco sombra, desaparecí, dada la renuencia de Jonatan a lo hiciese, para finalmente terminar en la unidad habitacional Copilco. La razón es que el Cheque e Ivna decidían dejar la ciudad de los palacios para asentarse de manera indefinida en Rio de Janeiro. Cheque es un matemático muy inteligente, quizás por eso desafió los patrones y emprendió búsquedas que satisfacieran su curiosidad de manera no trivial como son los malabares y el circo, en detrimento de la academia: Morales diría que se perdió, yo diría que es obvio que si nos enseñan a cuestionarnos todo en aras de demostrar. Sin duda los patrones establecidos pasarán por esa ansia de cuestionamiento. Caía la lluvia cuan brizna antes de llegar al mentado edificio Venezuela. -Irónico, mi amigo rojillo festejaba su despedida en el edificio con tal nombre. Tras caminar rato, pues en mis cabales no había imaginado lo grande que es esa unidad habitacional, llegué el destino, enmarcado por el ruido generado de decenas de humanos en estado etílico platicando. Dos hombres esperaban en la entrada y me preguntaron si también venía a la fiesta. Acto seguido una peliroja nos abrió, tras intercambiar palabras reafirmadas por los dos hombres que hicieron incapié en mi falta de confianza, pues ellos ya habían mencionado que todos veníamos a la despedida de Cheque, subimos por las escaleras hasta entrar a un departamento típico del ambiente universitario, socialista. Quizás recurro mucho a estereotipar, pero no estoy loco al pensar que las unidades habitacionales en su forma y estructura tienen un discurso de caracter socialista. El cálido abrazo brasileiro de Ivna y la sonrisa del Cheque. Una hora o varios minutos después escuchaba al Cheque hablando de sus planes en Río de Janeiro y sus ideas sobre educación y matemáticas. Es claro que si vivimos en una sociedad forjada por Occidente todo permea Occidente, eso incluye la concepción de las matemáticas. Occidente siempre, la mayoría de las veces corrijo, se ha caracterizado por tener concepciones lineales del tiempo y de sus estructuras, pero a veces es tan claro y obvio que no somos conscientes de ello - fueron las palabras en mente mía, que recuerdo de Cheque. ¿Cómo sería si nos cuestionamos tal modelo o estructura y pensamos en incluir otras estructuras como la circular o la fractal. Luego me topé con Max, el delfin de Arieti, más cerveza, olor a marigüana...

Al final las casi 4 de la mañana, algo etílico, me despedí de Cheque, quien se encontraba en la cocina sentado sobre una hielera platicando con curiosas personas: una física brasileira con ese aire de superioridad que cargan los físicos aunque no quieran; un compa de Cheque que venía de Chiapas para despedir a Ezequiel, quien usaba tirantes multicolores y sombrero chistoso, rostro enmarcado por bigote; otro personaje con chaleco multicolor al estilo de una especie de Chaplin. Mis palmas se estamparon sobre el pecho de Cheque, raro en mi abrazar, supongo el alcohol, quizás, mejor dicho, el desear trasmitirle a la mejor de las vibras. Luego escuchar la sensual voz de Ivna: es una voz femenina, grave con ese alargamiento de vocales típico de los Brasileños. Y me despedí con un abrazo estrujante y de la mano, quizás la misma sensación que con Cheque, el desearle lo mejor en tierras Cariocas.

Salí del apartamento, tomé el radio y platiqué con quien tengo un lazo chido: Perceval, mientras caminaba bajo la lluvia, que era un poco más intensa, briznas quizás más tupidas, donde horas antes se encontraban unos humanos bebiendo en su jardín, ahora solo quedaban las lámparas y las mesas con botellas de cerveza vacía. Me sentía contento cuando pasé por ahí, pues gracias a ellos pude llegar al edificio Venezuela. En cada gota que se impactaba sobre mi rostro y en cada palabra emitida por mi boca. Me sentía vivo, quizás esa fue la sorpresa más interesante.

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