Por fin me hice de un nuevo disco duro portatil externo. En algún momento pensé en ir al centro, pero aprovechando la desvelada y sus consecuencias tangibles en la hora que me desperté decidí ir a Roy Memories, local que vende memorias para computadora ubicado en la planta baja del edificio anexo a donde vivo. Las medidas para vender, tales como cristales polarizados y caja de seguridad para entregarte el producto supongo obedecen a una paranoia propia de haber sufrido cosas como: el me la muestra y me hecho a correr o deme todas sus memorias este es un asalto.
Ya en mi trabajo, aprovechando la ausencia de tal, decidí copiar la información personal de la pc del trabajo a mi flamante disco duro portatil con una cara plateada y toparme con diversos archivos que por azares del destino dejé inconclusos.
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