El campo besaba el cielo azul, el terreno estaba preparado para la inminente siembra, esparcidos en dicho rancho se observan unas motas blancas como si de hongos se tratasen, mas no, son cabañas e infrastructura para hacer de ese rancho un lugar de descanso, incluyendo una alberca con un agua bastante caliente.
Así es como este fin de semana de inicios del séptimo mes terminé convergiendo con otros camaradas de capoeira en San Francisco del rincón, un evento introspectivo, pues la mayoría de los asistentes pertenecen a Longe do Mar, salvo ciertas y agradables excepciones. En este pude apreciar la evolución de dos camaradas de mi misma generación, Pedra y China, quienes han hecho una mancuerna bastante comprometida con el grupo y eso lo aprecié sin duda al momento en que ellos aplicaban los exámenes de grado a los futuros batizados y trocantes alumnos de Pretzel, así como en la presentación del batizado persé.
Personalmente me quedo con un sabor de boca dulce, no solo por la carlota de mango de pernaloca, sino por que tras un largo encierro por la pandemia y otras cuestiones, por fin pude jugar un bonito jogo de Angola, que es un estilo al cuál le tengo un afecto especial en la roda, ya que implica el desarrollo de una serie de preguntas y reflexiones, en un sentido metafórico, sobre la capoeira.
--As well, questions terms and conditions-- escucho la voz de fondo de la junta de "review", mientras el ruido de los autos en vaivén me recuerda que estoy en un café sobre la calzada de los héroes, los ficus de forma cúbica engalanan y cubren parte del camellón francés. Trabajo y trabajo, reviews tras reviews, al fin veo mi incipiente participación en el proyecto en el que estoy: "Someone has tried to access your phone", así ese sonido intenta acceder a mi cerebro y en la revoltura de pensamientos confluyen capoeira, amigos, líbido, trabajo, una garraspera que finta ser la enfermedad de moda.
Volviendo al tema de la roda por diversas circunstancias no había tenido oportunidad de jugar angola, roda que terminó fluyendo con la letanía o invocación a Yemanja, orisha del agua y del mar, así uno fluye como olas de mar.
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