En estos días en longe do mar hemos estado practicando la rola, cuya autoría debe a Mestre Suassuna:
No sacolejo do navio é que eu cheguei aqui
Meio morto meio vivo foi asim que eu vim
O meu corto lá jogado na pedra do corpo
Meio morto meio vivo foi asim que eu vim
Pois quem nasceu pra ser guerreiro
Não aceita cativero
Por isso que eu decidi
Pois quem nasceu pre ser guerreiro
Não aceita cativeiro
Por isso que ue decidi
Enquanto o eco dos tambores ressoa nos ares
Correndo na mata virgem vou fundar palmares
Enquanto o eco dos tambores ressoa nos ares
Correndo na mata virgem vou fundar palmares
Pois quem nasceu pra ser guerreiro
Não aceita cativero
Por isso que eu decidi
Pois quem nasceu pre ser guerreiro
Não aceita cativeiro
Por isso que ue decidi
A sua chibata por mais que me bata
Meu corpo maltrata e eu vou resistir
A sua chibata por mais que me bata
Se não me mata eu volto a fugir
Olé o lé
O lé Zumbi
Olé o lé
Capitão do mato vem ai
Olé o lé
O lé Zumbi
Olé o lé
Capitão do mato vem ai
Gracias a http://labaladadelabala.blogspot.mx
Embeber google fotos/Código últimas entradas
jueves, 29 de noviembre de 2012
lunes, 26 de noviembre de 2012
42
La vida puede ser tan larga como 42 segundos y tan corta
¿Cómo es que tu voz en un instante puede marcar el resto de la vida?
Una sonrisa puede hacer sentir volar
Curioso, pues ahora 42 es 2, 3 y 7
2 en la arena se enfrentan
3 nuestra coincidencia nata
7 los días en que noche a noche duermo en tus carbones encendidos
jueves, 22 de noviembre de 2012
miércoles, 21 de noviembre de 2012
Perrito triste
"esa noche lloró y tejió, tejió y lloró hasta la madrugada, hasta que terminó una colcha y se la echó encima..."
Fernando Mercado parafraseando como agua para chocolate.
Ánimo mi hermano,
que lo que no mata fuerte nos hace
y aunque lo haga de frente a la muerte
debo mucho a tu aire calido
que sería oscuros momentos
sino contase con tu sonrisa
debo mucho a tu aire calido
que sería oscuros momentos
sino contase con tu sonrisa
martes, 20 de noviembre de 2012
La noviboda
"El chiste es que tu te sientas a gusto" es la frase que recuerdo cuando visité la página con los detalles de la boda religiosa del noviesposo con la nanaesposa. La cita fue a las diez de la noche, el lugar la esquina del estudio donde practico capoeira. La energía ya se sentía: el Balú daba fintas comportamiento típicamente infantil, aunque no lo digo por menospreciar, sino por que creo que entre hombres es una manera de darse muestras de afecto. Sonrisas por todos lados, el Megamente aprovechando su flacura saltó hacia la pequeña cocina para sacar y llevar de paseo el risk. Un poco antes me había topado con el hermano del Novino, quien entre oscuridad y tono similar de voz me fintó, pues por un momento pensé - ¿Qué no debería estar el novino en Playa Blanca en Guerrero? La parafernalia fluyó y la gente comenzó a abordar el camión que nos llevaría a nuestro destino. Se empezaron a escuchar zumbidos como:
-Alguien que ayude a mi esposo, él no puede cargar- decía la mamá.
-Ya pusiste los instrumentos de batucada- decían otros por allá.
Ya en el viaje me tocó hasta atrás enfrente del baño con el Balú para colmo, pues las proporciones del Balú no son nada pequeñas y yo tampoco soy pequeño, no lo digo por las carnes, más bien por lo armatoste tanto de mi parte como la de Balú. Así que poco a poco me fui resignando a que terminaría usando a Balú como almohada, aunque finalmente fue al revés, pues él es mucho más grande y alto que yo.
El viaje largo, 10 horas, se empezó a calar cuando el calor fue inevitable y las palmeras se asomaban por doquier. Llegamos a una villas de precio razonable, la otra opción era hospedarse en el hotel donde se llevaría a cabo la pachanga, pero para mi esa opción no era viable. Y por mera suerte me tocó una cabaña, no tan descuidada. Una vez acomodado en la cabaña 7 me metí al mar y pese a la prohibición, como buen mexicano busqué, junto con otros capoeiristas, la frontera entre lo que se debe de hacer y lo que no, la consecuencia fue una buena zarandeada como recibimiento por parte de Yemanyá.
El hambre hizo efecto y terminé en un restaurante en medio de la nada, en compañía de la banda, pues la playa no es de las típicas para turistas. Sintiendo como efecto el choque de nuestra agitada vida con la tranquila de los lugareños. No es del dios del estrés observar como uno agoniza de hambre y la cocinera lenta y campechanamente rebana la cebolla y los tomates.
Así que es en esos momentos cuando uno deja el nerviosismo y fluye escuchando las olas rompiéndose sobre la arena. Uno abre la mente a la aparente tranquilidad sempiterna del océano Pacífico.
Ya en el hotel con el atardecer sonriendo, las mesas de blanco y rojo, la bebida y la comida hicieron su aparición. El cielo se llenó de globos de cantoya encendidos por los asistentes al convite, algunos perecieron en el intento de elevarse otros esquivaron torpemente las hojas de las palmeras, otros tantos más rodaron sobre la arena para elevarse. Y al final las muestras de folclor, de capoeira, samba y una especie de regresión como monos a la alberca, quizás una Euforia Dionisiáca colectiva con todo y ropa hombres y mujeres chapoteando de felicidad, curioso recordar a mi profesor uniéndose a tal parafernalia. Baile y más baile, dentro y fuera del agua, en mi caso el libar de Baco me sumió en un sueño profundo no sin antes dos cachetadones de por medio de la China, lo cual me movió a otro lugar más cómodo. Al final, contemplando de regreso a mi hotel sobre la cajuela la vía láctea...
-Ojalá también tú la estés contemplando- pensé entre muchas cosas, sonreía aún bajo el influjo de Dionisio y me vino a la mente el piropo de Julieta Fierro: "Somo polvo de estrellas". Finitos de eso no queda duda, pero en nuestro ser la infinitud del universo. Quizás por eso, nuestro ser vibra cuando nuestros ojos se pierden en la noche oscura manchada de leche, la leche de la creación.
-Alguien que ayude a mi esposo, él no puede cargar- decía la mamá.
-Ya pusiste los instrumentos de batucada- decían otros por allá.
Ya en el viaje me tocó hasta atrás enfrente del baño con el Balú para colmo, pues las proporciones del Balú no son nada pequeñas y yo tampoco soy pequeño, no lo digo por las carnes, más bien por lo armatoste tanto de mi parte como la de Balú. Así que poco a poco me fui resignando a que terminaría usando a Balú como almohada, aunque finalmente fue al revés, pues él es mucho más grande y alto que yo.
El viaje largo, 10 horas, se empezó a calar cuando el calor fue inevitable y las palmeras se asomaban por doquier. Llegamos a una villas de precio razonable, la otra opción era hospedarse en el hotel donde se llevaría a cabo la pachanga, pero para mi esa opción no era viable. Y por mera suerte me tocó una cabaña, no tan descuidada. Una vez acomodado en la cabaña 7 me metí al mar y pese a la prohibición, como buen mexicano busqué, junto con otros capoeiristas, la frontera entre lo que se debe de hacer y lo que no, la consecuencia fue una buena zarandeada como recibimiento por parte de Yemanyá.
El hambre hizo efecto y terminé en un restaurante en medio de la nada, en compañía de la banda, pues la playa no es de las típicas para turistas. Sintiendo como efecto el choque de nuestra agitada vida con la tranquila de los lugareños. No es del dios del estrés observar como uno agoniza de hambre y la cocinera lenta y campechanamente rebana la cebolla y los tomates.
Así que es en esos momentos cuando uno deja el nerviosismo y fluye escuchando las olas rompiéndose sobre la arena. Uno abre la mente a la aparente tranquilidad sempiterna del océano Pacífico.
Unas horas más tarde con capoeristas vestidos de formal tropical:
guayabera, pantalón de lino, vestidos ligeros mostrando las piernas que
muchas envidiarían. Nos encontrabamos en la capilla del pueblo de Barra
de Potosí haciendo mero acto de presencia, ni modo no todos son Ateos,
sin embargo lo importante, supongo, es celebrar ese hecho tan
desvalorado o valorado en los humanos: el amor de una pareja. En mi caso
me decanto por la última opción. ;)
Sobre los esposos, como diría Pixela, son perfectos, es decir son clara manifestación de un cuento de hadas u algo así, pues tanto Nana, como el Novino son muy majos. El resultado de formar mente y cuerpo con la capoeira y otros estilos de vida. Tiene su beneficio y precio, en lugar de ir a comer oficinilmente, ir a hacer barra a la hora de la comida y otras cuestiones.
Uno que otro chascarrillo para evitar la somnolencia con los irreverentes y los forever alone, claro debraye de la Rois. Y la marcha nupcial tarareada. Sigo reflexionando al momento de escribir esto y sigo embelezado, pues los detalles son de una sencillez como una especie de realismo mágico, pues pensando en otras bodas me queda el sabor de su locura de amor y no una especie de presunción del poder adquisitivo. Por mucho que muchas parejas no lo hagan como un fin, no deja de ser un acto político de sus respectivas familias y son inevitables los manteles largos.
Terminando la celebración religiosa las instantánesas hicieron marabunta aprovechando que el padrino de foto es un artista en ese sentido. Instantes capturados donde los sujetos son de una diversidad curiosa abanderados por los esposos por todas las de la ley.
El calor de los lares manifestándose en guayaberas sudadas poco a poco fue apagado por el heladero del pueblo, una imagen que me alucinaría otras épocas. Por un momento imaginé a los afrobrasileños con sus trajes de lino blanco saciando las manifestaciones del calor de bahía para luego ir a la plaza a jugar capoeira.
Sobre los esposos, como diría Pixela, son perfectos, es decir son clara manifestación de un cuento de hadas u algo así, pues tanto Nana, como el Novino son muy majos. El resultado de formar mente y cuerpo con la capoeira y otros estilos de vida. Tiene su beneficio y precio, en lugar de ir a comer oficinilmente, ir a hacer barra a la hora de la comida y otras cuestiones.
Uno que otro chascarrillo para evitar la somnolencia con los irreverentes y los forever alone, claro debraye de la Rois. Y la marcha nupcial tarareada. Sigo reflexionando al momento de escribir esto y sigo embelezado, pues los detalles son de una sencillez como una especie de realismo mágico, pues pensando en otras bodas me queda el sabor de su locura de amor y no una especie de presunción del poder adquisitivo. Por mucho que muchas parejas no lo hagan como un fin, no deja de ser un acto político de sus respectivas familias y son inevitables los manteles largos.
Terminando la celebración religiosa las instantánesas hicieron marabunta aprovechando que el padrino de foto es un artista en ese sentido. Instantes capturados donde los sujetos son de una diversidad curiosa abanderados por los esposos por todas las de la ley.
El calor de los lares manifestándose en guayaberas sudadas poco a poco fue apagado por el heladero del pueblo, una imagen que me alucinaría otras épocas. Por un momento imaginé a los afrobrasileños con sus trajes de lino blanco saciando las manifestaciones del calor de bahía para luego ir a la plaza a jugar capoeira.
-Ojalá también tú la estés contemplando- pensé entre muchas cosas, sonreía aún bajo el influjo de Dionisio y me vino a la mente el piropo de Julieta Fierro: "Somo polvo de estrellas". Finitos de eso no queda duda, pero en nuestro ser la infinitud del universo. Quizás por eso, nuestro ser vibra cuando nuestros ojos se pierden en la noche oscura manchada de leche, la leche de la creación.
viernes, 16 de noviembre de 2012
¿De regreso a Querétaro?
Después de algunos años de no viajar con el cliente, volví a hacerlo. Una situación chistosa, pues un amigo de la oficina - aunque es mucho más que de la oficina, pero bueno es para poner el contexto- dicidió terminar su existencia laboral en la empresa donde laboro, así que sus proyectos pasaron a mis manos en el inter entre que su anuncio se lleva a la realidad. Santander fue uno de los primeros clientes de la empresa, desde que nuestro sistema se usaba en consolas y no había aliño alguno de html. Nuestro sistema se usa para la cobranza telefónica, así que siempre se ha visto en la necesidad de integrarse con otros sistemas de comunicación como melita o genesys. Es en ese punto en el que el proyecto requiero no solo del cliente, sino de otros proveedores del cliente y es en esa situación en la cual los desarrolladores tienen que viajar para convivir con otros desarrolladores. Muchas veces los viajes son mereamente teatrales, pues como el consultor de aplicación no tiene el suficiente conocimiento técnico, este no puede defenderse de los embates clásicos de la cultura laboral: ¡Quién es el culpable de que no funcione mi aplicación! Gritará el cliente molesto con una hacha lista para decapitar al ingrato proveedor. Así que en la mayoría de los viajes mi situación es la de un malabarista que cede la papa caliente a otro y así hasta que el proyecto converge a algo estable. Sin embargo esos roces se toman con filosofía así que el cliente, sus múltiples áreas: usuarios, administradores, calidad, etcétera; y los proveedores terminan conviviendo a la hora de la comida, las juntas, etcétera.
Para mi es interesante, pues rompe con la rutina y tengo oportunidad de observar como los usuarios destrozan a teclazos el software que uno desarrolla. En ocasiones anteriores he usado dichos viajes para conocer otras ciudades, como Monterrey, Querétaro o Morelia, incluso para tener una que otra aventura o darse uno que otro taco de ojo.
Al convivir con el cliente uno se da cuenta, como fue el caso de esta reciente visita, que aún es joven e inexperto, pues uno convive con gente que tiene mi edad en experiencia laboral, que empezaron a trabajar en la computación cuando esta usaba enormes mainframes y tarjetas perforadas. Lástima que no pude aprovechar los viáticos para ir a comer a las espadas Brasileñas, pero bueno, al menos, después de unas tres horas de viaje satisfací mi apetito con una buena cerveza de la fábrica de cervezas y platicando con el futuro exinffinixtito sobre cotilleos laborales.
Lo jocoso del asunto es que yo creí que él sería el último de los teydesianos en permanecer en la empresa. Los teydesianos es el nombre con el cual nos autonombrábamos al grupo de personas cuya amistad surgió en la oficina, particularmente en el área de tecnología y desarrollo, y que después trascendió las paredes de la oficina. Siguiedo muy por el estilo el mote de Dios los crea y ellos se juntan, así nos, terminamos juntándonos para jugar juegos de mesa, ir al cine, viajar al ranchitito, etcétera.
Para mi es interesante, pues rompe con la rutina y tengo oportunidad de observar como los usuarios destrozan a teclazos el software que uno desarrolla. En ocasiones anteriores he usado dichos viajes para conocer otras ciudades, como Monterrey, Querétaro o Morelia, incluso para tener una que otra aventura o darse uno que otro taco de ojo.
Al convivir con el cliente uno se da cuenta, como fue el caso de esta reciente visita, que aún es joven e inexperto, pues uno convive con gente que tiene mi edad en experiencia laboral, que empezaron a trabajar en la computación cuando esta usaba enormes mainframes y tarjetas perforadas. Lástima que no pude aprovechar los viáticos para ir a comer a las espadas Brasileñas, pero bueno, al menos, después de unas tres horas de viaje satisfací mi apetito con una buena cerveza de la fábrica de cervezas y platicando con el futuro exinffinixtito sobre cotilleos laborales.
Lo jocoso del asunto es que yo creí que él sería el último de los teydesianos en permanecer en la empresa. Los teydesianos es el nombre con el cual nos autonombrábamos al grupo de personas cuya amistad surgió en la oficina, particularmente en el área de tecnología y desarrollo, y que después trascendió las paredes de la oficina. Siguiedo muy por el estilo el mote de Dios los crea y ellos se juntan, así nos, terminamos juntándonos para jugar juegos de mesa, ir al cine, viajar al ranchitito, etcétera.
miércoles, 14 de noviembre de 2012
Non grato
Me pregunto si uno puede llegar a ser ingrato con su propio progenitor. Ver la triste figura, no contestar llamadas. Me siento triste de verlo así, muy triste, no entiendo por que se destruye a sí mismo, verlo con sus ojos hundidos, caminando desgarbado con su camisa blanca luida, su pantalon amarrado negro, flaco, lleno de canas, con un semblante que donota la peor de las tristezas, el desconsuelo y la desilusión. No creo publicar esto por que no creo que alguien me entienda por el contrario después seré juzgado...
--Actualización casi 5 años después--
Finalmente decidí publicarlo, pues no ha cambiado mucho la situación, pero más que tristeza, me da una especie de vacío. Cada quien es Arquitecto de su vida, finalmente.
--Actualización casi 5 años después--
Finalmente decidí publicarlo, pues no ha cambiado mucho la situación, pero más que tristeza, me da una especie de vacío. Cada quien es Arquitecto de su vida, finalmente.
martes, 13 de noviembre de 2012
El policía y sus demonios
Recargado contra el barandal azul, pretendía mimetizar con su ropa azul oscuro. Daniel portaba su gorra de policía orgulloso, frente a él en el otro extremo de la explanada cerca del otro barandal, su moto Yamaha descansa bajo la sombra de un pino. Su corcel moderno de cuerpo gris y de lomo azul con negro bufa azul y rojo en una sucesión. Se acomodó el chaleco y aprovechando que se acercaban un par de mujeres jovenes, por que no acomodar la entrepierna para alguna mirada discreta delatase asombro. Quizás para esos casos hubiera preferido el anterior uniforme gris con líneas azules a los lados y botas negras. Pantalón cuya virtud era dejar todo menos a la imaginación, sin embargo si de comodidad se trata para perseguir malandrines sin duda prefería el uniforme tipo cargo que traía consigo. Por un lado agradecía a la virgencita el aburrimiento, pero por otro sería interesante detener algún maleante inexperto que decidiese aumentar su pericia asaltando una morra y de premio un sensual e inocente: "Gracias oficial".
El oficial motorizado estaba ensoñado en sus pensamientos, cuando una figura ligera, casi fantasmal a lo lejos, se fue acercando, vestía un vestido rojo que se agitaba dejando ver sus muslos torneados, sus nalgas redondas bien formadas, su delgadez y sus senos, no exagerados, pero si lo suficientemente provocativos para desviar la mirada de cualquier zombi capitalino. La siguió con su mirada que poco a poco reflejó lascivia. La fémina, lo volteo a ver de reojo y sonrío, su mueca lo fulminó dejando cierto electricidad en su bajo vientre y decidió pensar en cualquier otra cosa antes de tener algún estrago que delatara sus pensamientos.
Posó sus ojos en la viejecita que apoyada en su bastón contemplaba la avenida. -Si, mucho mejor que pensar en esa chiquita - pensó. -Se parece a mi tía Tete, que diosito la tenga en su gloria- musitó. La tía Tete tenía poco de haber fallecido, fue ella quien lo animó a que formar filas en el cuerpo policiaco y después de varios años fue ella quien le dió su medalla de la virgen para que lo protegiera del demonio y otras tentaciones cuando cumpliera con su deber. -Me recuerdas tanto a mi Poncho- le dijo la tía Tete cuando asistió, junto con su mamá, su hermana y su papá a la graduación como oficial motorizado. -Te ves tan guapo- le seguía diciendo la tía- rapado y con tu uniforme de gala.
Una alarma y la gente saliendo despavorida, irrumpió sus recuerdos, volteó y soltó el seguro de la pistola sin desenfundarla subió las escaleras, mientras la gente se empujaba. -Tranquilos- gritó el oficial. La fantasmal figura de nuevo emergió entre la multitud, su vestido rojo le heló la sangre, su elegante caminar y su porte tranquilo y duro, frente al convulso porte del resto de las personas hizo que agarrese su pistola. Quizó desenfundarla, pero se sentía paralizado, su corazón latía terriblemente, en sus 5 años como policía nunca había sentido algo parecido, parecía como si estuviese frente a un ángel. Intentó desenfundar su pistola y someter a ese voluptuoso ser, agarrándola por los cabellos, haciéndola sentir su virilidad como habían hecho él y su compadre con una prostituta hace una semana, mientras la pobre incauta tenía metido el cañón de una 45 en su boca.
-¿Pasa algo oficial?- escuchó una voz dulce y sensual. De pronto sintió un dolor agudo, sintió que el espasmo lo recorría de los huevos al estómago. -¿Cómo tú?- alcanzó a murmurar, mientras veía como la rodilla delicada de la chica se retiraba de su entrepierna e hincado caía al piso, mientras sus labios besaban el pavimento. Luego sintió una punzada en la mejilla, volteó a ver un tacón puntiagudo que se retiraba claqueando. El viento comenzó a soplar, tibio. Alcanzó a oir una risotada y luego el bramido de un auto, una risa aguda encaramada en el eliseo le brindaba un ósculo de despedida.
Se incorporó con gran esfuerzo y de pronto un pensamiento se hizo voz - pinche vieja, esa si que era un verdadero diablo y no mamadas, esto no habría pasado, sino hubiese dejado mi medalla en ese arrabal-.
-Hija de su puta madre- gritó, se tocó la mejilla izquierda, volteó a ver el charco de su sangre en el piso y sobre el brillaba un óvalo dorado.
El oficial motorizado estaba ensoñado en sus pensamientos, cuando una figura ligera, casi fantasmal a lo lejos, se fue acercando, vestía un vestido rojo que se agitaba dejando ver sus muslos torneados, sus nalgas redondas bien formadas, su delgadez y sus senos, no exagerados, pero si lo suficientemente provocativos para desviar la mirada de cualquier zombi capitalino. La siguió con su mirada que poco a poco reflejó lascivia. La fémina, lo volteo a ver de reojo y sonrío, su mueca lo fulminó dejando cierto electricidad en su bajo vientre y decidió pensar en cualquier otra cosa antes de tener algún estrago que delatara sus pensamientos.
Posó sus ojos en la viejecita que apoyada en su bastón contemplaba la avenida. -Si, mucho mejor que pensar en esa chiquita - pensó. -Se parece a mi tía Tete, que diosito la tenga en su gloria- musitó. La tía Tete tenía poco de haber fallecido, fue ella quien lo animó a que formar filas en el cuerpo policiaco y después de varios años fue ella quien le dió su medalla de la virgen para que lo protegiera del demonio y otras tentaciones cuando cumpliera con su deber. -Me recuerdas tanto a mi Poncho- le dijo la tía Tete cuando asistió, junto con su mamá, su hermana y su papá a la graduación como oficial motorizado. -Te ves tan guapo- le seguía diciendo la tía- rapado y con tu uniforme de gala.
Una alarma y la gente saliendo despavorida, irrumpió sus recuerdos, volteó y soltó el seguro de la pistola sin desenfundarla subió las escaleras, mientras la gente se empujaba. -Tranquilos- gritó el oficial. La fantasmal figura de nuevo emergió entre la multitud, su vestido rojo le heló la sangre, su elegante caminar y su porte tranquilo y duro, frente al convulso porte del resto de las personas hizo que agarrese su pistola. Quizó desenfundarla, pero se sentía paralizado, su corazón latía terriblemente, en sus 5 años como policía nunca había sentido algo parecido, parecía como si estuviese frente a un ángel. Intentó desenfundar su pistola y someter a ese voluptuoso ser, agarrándola por los cabellos, haciéndola sentir su virilidad como habían hecho él y su compadre con una prostituta hace una semana, mientras la pobre incauta tenía metido el cañón de una 45 en su boca.
-¿Pasa algo oficial?- escuchó una voz dulce y sensual. De pronto sintió un dolor agudo, sintió que el espasmo lo recorría de los huevos al estómago. -¿Cómo tú?- alcanzó a murmurar, mientras veía como la rodilla delicada de la chica se retiraba de su entrepierna e hincado caía al piso, mientras sus labios besaban el pavimento. Luego sintió una punzada en la mejilla, volteó a ver un tacón puntiagudo que se retiraba claqueando. El viento comenzó a soplar, tibio. Alcanzó a oir una risotada y luego el bramido de un auto, una risa aguda encaramada en el eliseo le brindaba un ósculo de despedida.
Se incorporó con gran esfuerzo y de pronto un pensamiento se hizo voz - pinche vieja, esa si que era un verdadero diablo y no mamadas, esto no habría pasado, sino hubiese dejado mi medalla en ese arrabal-.
-Hija de su puta madre- gritó, se tocó la mejilla izquierda, volteó a ver el charco de su sangre en el piso y sobre el brillaba un óvalo dorado.
Weblogic lento
¡Quién demonios dice que el té de jazmín es un relajante! La ansiedad me carcome de las entrañas, como si fuese una planta trepadora desde mi asiento y se extiende por la espalda, yo inerme aprieto los dientes apretados por un par de guardas bucales, quesque pa que los dientes no se enchuequen. Bebo uno y otro cuenco, como si bebiendo diluyese ese sentimiento, presiono alt + tab para ver como va la consola del Weblogic y sigue a la pasmódica velocidad de un caracol intentando subir un puto archivo ear. ¡Chinga tu madre pinche weblogic de mierda!
lunes, 12 de noviembre de 2012
La obsesión nasal
Volteo y observo sigilosamente a mi izquierda y de reojo a mi derecha hacia arriba para en un arranque, inobservable según yo, hundir mi dedo índice ya sea derecho o izquierdo en las cavidades por las cuales inhalamos el líquido vital. Buscando respuestas a las cuestiones derivadas del constante estrés: ¿Qué mi padre cada vez está más loco? ¿Qué haré una hora y cacho de tráfico? ¿Qué no tengo nada que hacer, la vida se escapa y yo en una oficina? Así pretendo perder cabeza concentrándome en la labor en donde la falange es la pala, la mano la maquinaria y la tierra llena de arbustos negros aquella parte de nuestro cuerpo que conocemos bajo el nombre de nariz. ¿Por qué argumento el estrés? Pues por que cuando me encuentro viajando o de vacaciones o de fin de semana rara vez recurro a buscar pepitas de oro.
Soy un Godinez irremediable, el sol afuera,
mis ojos y mente encerrados
mi alma ha sido apabullada
que el coraje cobarde, uno de mis estilos.
Retomo la nariz, como si fuese un pericazo, solo que en lugar de inhalar, son mis uñas las que buscan esa gomosa sustancia y una vez que la han obtenido se deleitan como drogos posesos. Quien dice que libertad tenemos, si el mercado nos aprisiona y el aspiracionismo nos sosega.
No soy irremediable Godinez
pues esta jaula azul, aún incomoda,
sigo ensoñado por la vida afuera.
Soy un Godinez irremediable, el sol afuera,
mis ojos y mente encerrados
mi alma ha sido apabullada
que el coraje cobarde, uno de mis estilos.
Retomo la nariz, como si fuese un pericazo, solo que en lugar de inhalar, son mis uñas las que buscan esa gomosa sustancia y una vez que la han obtenido se deleitan como drogos posesos. Quien dice que libertad tenemos, si el mercado nos aprisiona y el aspiracionismo nos sosega.
No soy irremediable Godinez
pues esta jaula azul, aún incomoda,
sigo ensoñado por la vida afuera.
sábado, 10 de noviembre de 2012
Solo
...
Cuando crezca más y más, me pasarán cosas diferentes, muchas veces me hundiré hasta el fondo. Muchas veces sufriré. Muchas reapareceré. No habrá derrota. No dejaré de luchar.
...
Solo o sólo, qué acaso mi sonrisa es lejana como esa estrella, si pretendes que te caliente, seguro su cercanía puede quemarte. Yo creo que tus ojos carbón no es que me calienten, sino encienden mi corazón.
viernes, 9 de noviembre de 2012
Kitchen of Banana Yoshimoto
Roberto wanted to buy some Mexican history books and to satisfy his curiosity about others books, so i went to the Fondo de Cultura library with him and his sister Gabriela. Several weeks ago i was hearing at the radio the narrative of Banana Yoshimoto book. The name's book was Kitchen. it made me curious hear about the live in a kitchen and the reflections, that the author had in a place like the kitchen. So, when i was in the book store, i sought the book and i find it, but i didn´t have enought money, and Gabriela wanted to go to an other library, so i accompanied her, meanwhile Robert stayed in the book store reading other books. When we returned to pick Roberto, which was my surprise: Roberto bought Kitchen and gave it to me as a present.
Kitchen was the book that i read when i went to Calgary downtown in the metro, also i read a lot of pages when i was in Calgary university at the library, it is curious that the book was my companion at kilometers from home.
Today i finished the lecture of Kitchen, it was really weird, becouse the characters; but a curious history of love and personal reflections of Mikage Sakurai, arguably the principal character, Eriko, some transgender mother, and Yuichi, the son of Eriko.
I have recorded in my mind the words: We think that we have several ways in our lives, the ilusion of to have, but the fact is that we are marked in some particular way. Perhaps it is true, i don´t know. Perhaps like Sakurai i have to jump to the roof looking for Yuichi. Nevermind, the place that i finished the book was in the second alley of Castorena. Castorena is the principal street, where the trafic and the noise are terrible, but in that alley suddenly a Tudor house style emerges, the green trees sprout and the calm take place. When my father comes to my work and he is angry and couses a mess. I pretend to get out of my work, drive my car to the alley and park it in the alley. I lean and enjoy the shine and the shadows that trees produce, calm comes and sometimes i read.
--O--
This was my first post in English, like Mikage, i want other roads in my life, so one of the first things is to improve my English abilities. One way, like that happened to me when i was hearing at the radio, is read some quotes in English and Spanish. A link to some interesant analisys in English, click here.
Kitchen was the book that i read when i went to Calgary downtown in the metro, also i read a lot of pages when i was in Calgary university at the library, it is curious that the book was my companion at kilometers from home.
Today i finished the lecture of Kitchen, it was really weird, becouse the characters; but a curious history of love and personal reflections of Mikage Sakurai, arguably the principal character, Eriko, some transgender mother, and Yuichi, the son of Eriko.
I have recorded in my mind the words: We think that we have several ways in our lives, the ilusion of to have, but the fact is that we are marked in some particular way. Perhaps it is true, i don´t know. Perhaps like Sakurai i have to jump to the roof looking for Yuichi. Nevermind, the place that i finished the book was in the second alley of Castorena. Castorena is the principal street, where the trafic and the noise are terrible, but in that alley suddenly a Tudor house style emerges, the green trees sprout and the calm take place. When my father comes to my work and he is angry and couses a mess. I pretend to get out of my work, drive my car to the alley and park it in the alley. I lean and enjoy the shine and the shadows that trees produce, calm comes and sometimes i read.
--O--
This was my first post in English, like Mikage, i want other roads in my life, so one of the first things is to improve my English abilities. One way, like that happened to me when i was hearing at the radio, is read some quotes in English and Spanish. A link to some interesant analisys in English, click here.
martes, 6 de noviembre de 2012
12 anos después
Siento mis dientes tocando los labios y mis encías libres de todo fierro. Hace casi 4500 días recuerdo que llegué a mi casa con un terrible dolor de muela, mi padre me dijo que conocía a un dentista y fuimos de emergencia a las 21 horas. El dentista usaba un zapato con más suela que otro, supongo algún detalle, era joven, aunque como yo era joven pensaba que él era grande. Me pasó al diván, comenzó a revisarme y después de una pequeña anestesia, empezó a taladrarme el diente. A su juicio el diente necesitaría una endodoncia y nos veríamos la próxima vez para usar esos palillos y sacar el nervio del diente. Aprovechó para hacer énfasis en mis dientes torcidos y en las bondades de su financiamiento para a cómodas mensualidades enderezarlos.
Yo con los dientes derechos como la mayoría - pensé. En ese entonces nunca se me hubiera ocurrido y emocionado me comprometí a esa carga, sin embargo en ese entonces las vacas flacas eran una constante en la economía familiar, así que no pude completar para las mensualidades y detuve el tratamiento unos meses después. El dentista me dijo que cómo era posible que no pudiera trabajar y pagarme mi tratamiento. Y no es que no pudiera, pero la mayoría de los trabajos de medio tiempo no eran compatibles con lo pesado que era estudiar matemáticas, además pagaban una bicoca. Así que lo más sencillo fue dejar el tratamiento, el dentista me retiró los alambres y las ligas, mas no los bráquets. Así duré varios años, incluso cuando las vacas flacas engordaron ligeramente y trabajaba como becario en la universidad donde estudiaba, en parte por desidia, en parte por que mi tía abuela había sufrido bajo las garras de un dentista que le quitó todos los dientes cuando era niña y la dejó con dentadura postiza.
No fue casi un año después de trabajar en Infiernix, cuando volví a visitar a Leopoldo López, el dentista, y le expresé mi deseo de retomar el tratamiento. Me volvió a colocar los braquets que se habían caido, incluso unos meses después me arregló un diente frontal que estaba partido. No sin llegar a dejar de ir algunos meses por pretextos como el tráfico, una reunión, el trabajo: desidia finalmente. No obstante llega un momento en el cual uno se harta de dejar las cosas para después y finalmente logré cierta constancia en visitar al dentista para que me apretara los dientes y los fuera enderezando.
Ayer con cierta alegría me acosté en el diván y usando una pinza especial uno a uno los braquets fueron retirados. Siento mi boca extraña, pues los fierros se habían vuelto una constante. Quizás los fierros fueron las barras de acero de alguna prisión que fue medio para hacerme de otra prisión.
Hace casi 24 horas que me liberé del yugo de la ortodoncia y terminé con la desidia de 12 años. ¿Será acaso la sonrisa el reflejo de los cabellos de Apolo mostrándome otros colores?
Yo con los dientes derechos como la mayoría - pensé. En ese entonces nunca se me hubiera ocurrido y emocionado me comprometí a esa carga, sin embargo en ese entonces las vacas flacas eran una constante en la economía familiar, así que no pude completar para las mensualidades y detuve el tratamiento unos meses después. El dentista me dijo que cómo era posible que no pudiera trabajar y pagarme mi tratamiento. Y no es que no pudiera, pero la mayoría de los trabajos de medio tiempo no eran compatibles con lo pesado que era estudiar matemáticas, además pagaban una bicoca. Así que lo más sencillo fue dejar el tratamiento, el dentista me retiró los alambres y las ligas, mas no los bráquets. Así duré varios años, incluso cuando las vacas flacas engordaron ligeramente y trabajaba como becario en la universidad donde estudiaba, en parte por desidia, en parte por que mi tía abuela había sufrido bajo las garras de un dentista que le quitó todos los dientes cuando era niña y la dejó con dentadura postiza.
No fue casi un año después de trabajar en Infiernix, cuando volví a visitar a Leopoldo López, el dentista, y le expresé mi deseo de retomar el tratamiento. Me volvió a colocar los braquets que se habían caido, incluso unos meses después me arregló un diente frontal que estaba partido. No sin llegar a dejar de ir algunos meses por pretextos como el tráfico, una reunión, el trabajo: desidia finalmente. No obstante llega un momento en el cual uno se harta de dejar las cosas para después y finalmente logré cierta constancia en visitar al dentista para que me apretara los dientes y los fuera enderezando.
Ayer con cierta alegría me acosté en el diván y usando una pinza especial uno a uno los braquets fueron retirados. Siento mi boca extraña, pues los fierros se habían vuelto una constante. Quizás los fierros fueron las barras de acero de alguna prisión que fue medio para hacerme de otra prisión.
Hace casi 24 horas que me liberé del yugo de la ortodoncia y terminé con la desidia de 12 años. ¿Será acaso la sonrisa el reflejo de los cabellos de Apolo mostrándome otros colores?
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