¡A la larga convergen!

Por fin después de casi dos semanas terminé de escribir mi interpretación de una orden de trabajo (nombre que se le da las requisiciones para programar en donde arrebato chelines a cambio de teclear procesos). Al principio me emocioné por que en dicha orden se mencionaba el uso de listas (Una estructura de datos usada en lenguajes como C) y es la fecha que casi cumplo 5 años de servir a Infosistemas y nunca había programado una estructura. Bebido de alegría por ese menester y dándole una hojeada a la orden de trabajo di como edicto los días que tardaría, tan bebido encontrábame que no tomé en cuenta el principal error en TI (Tecnologías de la información): el error de la capa 8, además quien proporcionome la OT (orden de trabajo) fue un consultor con casi 5 años de trabajo para Info y las malas lenguas, clásicas voces de oficina no oficiales, lo catalogan como un buen ingeniero egresado del Politécnico.
Como os decía, el error de la capa 8 - manera coloquial de referirse al error humano - se fue cristalizando conforme avancé en la programación y lectura concienzuda de la famosa OT a tal grado de sentirme timado o estúpido por haber dádome tan pocos días para la elaboración de dicho programa. Posteriormente se inició el "pin-poneo" - verbo acuñado por Shik que refiere a la acción de enviar y corregir un programa hasta la satisfacción o cansancio del consultor que lo solicitó- y es por ello que a la larga el programa convergerá a la solución, sin embargo la documentación se vuelve nula y todo se reserva a correos, llamadas telefónicas, más correos, es decir a perder el tiempo, quise decir a trabajar y autoproclamarse Jesucristo del viacrucis laboral.
Son casi 5 años laborales y de manera personal puedo deciros que ese famoso viacrucis de quedarse más de las 8 horas, soltar barriga y volverse un inquisidor que juzga con ojos de muchedumbre al estilo Dios lo castigará por irse temprano son meras mascaradas de la ineptitud y la falta de muchas cuestiones entre ellas un buen diseño o una curiosidad por aprender a usar las herramientas de trabajo.

Ahora, la siguiente cuestión que me aqueja es: ¿Para qué escribí todo esto? Debo de confesar que me dió cierto ánimo la lectura de una bitacora que narraba de manera sencilla su día laboral o su acontecer diario. Comparto con dicho blogger o bitacorista su enojo cuando no hay café, uno es de gustos simples incluso poco exigente, pero que no haya café eso sí es una mentada de madre!

Pierdo tiempo no lo sé, supongo que para algo se hizo el tiempo para perderlo y esa cuestión es tan relativa como las películas del Santo.

He aquí la invitación a perder o ganar tiempo el 31 de Enero observando estrellas y planetas desde algún sitio arqueológico mayores informes en la Página de Saaskun