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martes, 28 de febrero de 2023

Hipocondria o pensamientos obsesivos

Porqué ahora y no antes, porqué a los 43 y no a los 33 o a los 23 o a los 53, porqué ese "alucín" así me preguntaba hace una semana atrás en pleno viaje por Celestún, tras una flema, mi mente traicionera pensaba(y piensa) en lo peor: "cáncer de pulmón". Así pretendía escribir algo, pero el trajín del viaje hizo que quedara como un borrador y salí a encaminar al "special one" a un gimnasio en dicha isla, luego de regreso seguía con los pensamientos y decidí literalmente ahogarlos en alcohol, bueno tequila, más tarde se unió Adam, amigo de Ontario con quien también emprendí el viaje por la península de Yucatán, con otros 6 caballos. Al final se me olvidó y dormí como un bebé, pese a que había carnaval. 

Así ayer también volvió el pensamiento, junto con esa molesta flema o sensación de flema y asma muy en el fondo, pero en lugar de usar alcohol ayer, usé dolor, es decir tuve cita con el dentista y el sonido de la cureta o del excavador contra mis dientes, más el dolor hicieron que olvidara dichos pensamientos. Lo curioso es que sino son mis bronquios, es la próstata y sino es el corazón y así van rotando los pensamientos, hasta que de repente desaparecen y hasta me siento raro por no tener un tormento, veamos si con un poco de terapia me ayuda a salir de este trago.

domingo, 19 de febrero de 2023

Liz y Mahesh

Liz fue una de las primeras personas que conocí por parte de special one en Calgary, recuerdo haber ido a su apartamento a degustar unas deliciosas enchiladas verdes estilo Aguascalientes, pues Liz es originaria de tal estado. Así fue que la convivencia empezó en especial con una de las actividades que ambos disfrutábamos que es hacer senderismo por las rocallosas Canadienses. Debo mencionar que el hecho de que Liz fuera bióloga le daba cierta curiosidad a mi mente, ya que siempre me ha llamado la atención lo que piensan los biologos y su aprecio por la naturaleza, cosa que curiosamente Liz personificó en el festival de Lilas en Calgary en uno de sus tantos proyectos divulgatorios de ciencia, el otro es ciclomanías. 

A Mahesh no lo conocí hasta poco tiempo después, una vez que Liz sanó de su trance como facilitadora de quien otrora fuera su pareja y que al estilo de la chica Danesa decidió que lo suyo era ser mujer, en ese sentido me viene a la mente la serie por qué matan las mujeres, donde la pareja de los 80s lejos de juzgar su esposa terminó apoyando en el trance hacia el más allá a su esposo con la sentencia de VIH. Pero volviendo a Mahesh, fue en una reunión en casa de Liz y tratando de hacer memoria, me viene un recuerdo olfativo, el olor de un arroz ajazminado y las especies Indias.

Algunos años después y de vuelta a México con la consiguiente divergencia de caminos, una vez más el demiurgo nos ha juntado de manera temporal para que al ritmo de diversas rolas tanto Indias, como Mexicanas celebráramos el amor y compromiso que ahora Liz y Mahesh se tienen mutuamente. Desde esta bitácora agradezco a Liz (y Mahesh) el habernos invitado y la poca o mucha convergencia de caminos, sin duda una gentil mariposa se posará sobre el hocico de un adusto lobo. 

martes, 14 de febrero de 2023

14 días

Ha pasado casi una quincena y no he escrito mucho, puedo contarles entre muchas cosas que he decidido hacer la especialización de procesamiento de lenguaje natural en Coursera para no apolillarme, en cierta forma es divertida, pero también me cuesta trabajo dedicarle tiempo y más por que mi cuerpo cada vez me reclama más el sedentarismo con múltiples reales y no reales dolencias o problemas, el principal son los triglicéridos altos, pasando por diversas hipocondrías y es que no es para menos, una parte de mi me dice que me mueva, que salga a caminar a explorar, que toque el piano, que lea, pero la parte "laboral" dice lo contrario, me obliga a quedarme sentado por largos periodos de tiempo y si a eso le auno la parte de mantenerse al día laboralmente, pues los tiempos se vuelven más largos.

Acá en Tepic he agarrado la costumbre de ir al cerro con el cuñao, bueno Adrián, el menor de los hermanos varones de Iván, así que el miércoles se ha convertido en el día de subir el cerro de San Juan, la subida puede ser al inicio un tanto pesada por la elevación y tiene sus complicaciones por el suelo erosionado, así como la oscuridad, personalmente me gusta el reto de ampliar mis sentidos en la oscuridad o la penumbra de la luna, pues uno descubre el potencial de los ojos, el oído y el olfato, curiosamente es las noche de luna llena cuando las plantas sueltan más fragancia, con la oscuridad negándose a usar la molesta luz led, uno descubre el cielo estrellado y en el suelo los bichos bioluminiscentes, los sonidos van desde grillos hasta otros reptiles. El cerro de San Juan tiene 4 descansos, el cuarto es impresionante, pues ante la espesura del bosque ya en la parte más alta se abre una especie de meseta que muestra como telón la vía láctea y otras colinas más. 

Algo curioso de la subida de la semana pasada fue que la luna llena se volvió una compañera que primero nos espiaba de manera coqueta para finalmente volverse una guía escurridiza en la vereda que va de la meseta al mirador, cuesta arriba, de lo enorme y ligeramente rojiza me recordó el escenario de cierto juego de pelea donde se ve parte del castillo de Suzaku al fondo y al frente Ryu vs Zangief, en el caso de la semana pasada el castillo era más bien una colina y el frente en símil proporción yo y Milk, así le apodan sus hermanos. 

Ya bajando del mirador la conversación fluyó en temas de planes y me quedé un tanto pasmado al reconocer que como tal no tengo un plan a comparación del Milk que tenía santo y seña para este año. ¿Debería tener un plan? me preguntaba mientras escuchaba los planes de doctorado, empresas, etc.

Tengo en mente seguir ejercitándome aprovechando las clases de HIIT, comparto un ejemplo de la clase grabada por si se animan.

Jugar juegos de mesa, que se han vuelto un montón y retomar la coral de J.S. Bach en piano, la capoeira me hace guiños respecto al grado que se viene en pié.