"Lo único que me duele de morir, es que no sea de amor"
Hasta hace unos minutos me enteré que Gabriel García Márquez entró en el proceso de volverse polvo de estrellas. Debo de confesar que por lo mucho que se hablaba de él, cuando era universitario decidí leer su novela titulada el amor en tiempos del cólera, al inicio se me hizo muy tediosa e incluso aburrida y por ende la abandoné, mas un par de años después la retomé y la lectura se me hizo fluida, emocionante y en ese entonces, que nunca había sufrido del mal de amores, trataba de entender el desfallecer y sufrimiento de Juventino Ariza. Años después cuando sufrí por el amor, salió una adaptación cinematográfica a dicha obra, en donde Shakira cantaba el tema principal, sin duda volví a pensar en lo que es morir de amor y la confusión con el cólera.
Todavía hace un par de años tuve la oportunidad de leer doce cuentos peregrinos y sin hacer trampa, es decir buscar en la red, recuerdo al viejo presidente que tiene sus caminatas a orillas del lago en Ginebra. No puedo argumentar, por que la noticia de su partida fue una sopresa, y mis neuronas no hacen las suficientes sinapsis para recordarme más sobre lso cuentos peregrinos, pero me queda claro que su lectura fue un soporte curioso en momentos no tan curiosos.
"...Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados. El doctor Juvenal Urbino lo percibió desde que entró en la casa todavía en penumbras, a donde había acudido de urgencia a ocuparse de un caso que para él había dejado de ser urgente desde hacía muchos años. El refugiado antillano Jeremiah de Saint-Amour, inválido de guerra, fotógrafo de niños y su adversario de ajedrez más compasivo, se había puesto a salvo de los tormentos de la memoria con un sahumerio de cianuro de oro..."
Si no han leído a Gabriel García Márquez quizás sea la mejor oportunidad para hacerlo: El amor en los tiempos del colera y Doce cuentos peregrinos.
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