El curioso día de la bermuda tuvo un fin triste, pues un joven en un arranque de locura ultimó a puñaladas a otros cinco pares. Esto me hace pensar en que la sed por la vida es algo común al ser humano así como la locura no importando la latitud o el origen.
En la facultad de diseño y estudios ambientales homenajearon su partida en singular metáfora, pues solo queda el recuerdo de lo que ya no es.
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