... a veces en estos lares del mundo me da la impresión que detrás de esa máscara buena onda y amable esconde terribles cuestiones y avaricia desmedida. Detrás de esa desmedido cuidado por las calles limpias y ordenadas, se esconde la miel negra. Dulce que atrae abejas de todos lados del mundo, en este año he dejado de idealizar a este país boreal y me he puesto a pensar más sobre que rostro se esconde detrás de esa máscara buena onda, sin duda todos los humanos tenemos cola que nos pisen, bien dice el dicho: caras vemos, corazones no sabemos.
Esta provincia debe su riqueza al petróleo y es en este paraiso buena onda donde los demonios del dinero se enfrentan con los retos de abusar de lo que no le pertenece. Hipocresía curiosa, pues si uno deja un sueter o una prenda nadie la tomará, sin embargo la naturaleza ha dejado la miel negra y todos nos empalagamos con ella. Las "oil sands" locura del tamaño de Francia, avaricia que explica la hipocresía anglosajona.
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