no, no susurréis
mirad que descansa
un rato José
no, no os mováis,
no, no silbéis,
queditito, pasito,
que duerme José
Cebada hermanáis
malta encarnáis
Para no ver el preñado,
José, que le daba enojos,
de María los dos ojos
ha cerrado.
Contra su vista severo
dijo airado porque oía:
"testigos contra María, no los quiero
Si dicen que en el empleo
de mi esposa faltare,
nunca estoy más ciego
que cuando veo.
Mi sentimiento diluvio de llamas
inerte me debo perplejo lagrimas
Ya que en llanto no se aneguen
porque a tanto se atrevieron,
ojos que contra ellos fueron,
luego cieguen.
tanto temblor ruborizado
ofrezco divino y amado
torrente sanguineo tu caliz
obrad libre es mi beber feliz
Viendo Dios que eran despojos
sus ojos de su sentir,
hízole dormido abrir
tantos ojos.
Augurio negras en la plata
mojados hombro con hombro
temed mortales de a pata
Hablole un ángel glorioso
porque sólo pudo ser
bastante a satisfacer
a un celoso.
Donde soplando el Céfiro
al compas de los pájaros
vierten hermosas lágrimas
de la Aurora los párpados.
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