No perdiendo la costumbre de compartir algunas ideas que mi cerebro escupe y plasmarlas como bytes en esta bitácora tengo varias cosas que contaros.
Tercermundismo mental
La primera que me causa un tanto de molestia es el tercermundismo de valles miseria, mote a la unidad habitacional de la CFE enclavada en la colonia San Juan donde vivo y rento un departamento. Dicha unidad como cualquier otra de interes social se distingue por sus departamentos pequeños y de bajo coste, pero en la vorágine inmobiliara menuda renta, sin embargo a comparación de otras unidades habitacionales colinda con un zanjón (una cañada típica de estos lares Tepiquenses donde está prohibido construir ya que son reservorios de naturaleza y del agua cuando llueve fuerte) y tiene muchos arboles entre ellos araucarias y ficus, enormes y frondosos dada el clima de Tepic y el cerro de San Juan, así que esta unidad pese a la pobreza mental de varios de sus residentes se distingue o debería decir se distinguía por sus enormes ficus con enormes copas que proveen una agradable sombra, paisaje verde y cobijo a insectos, pájaros y reptiles. Sin embargo una cuadrilla de la CFE decidió que era un buen momento para talarlos y remover su follaje dejándolos hasta su mínima expresión. Esto no es un caso aislado en esta ciudad llena de baches y olvido de sus elites ya que justo en la casa a lado de la casa de gobierno hicieron lo mismo con otros tres ficus.
Personalmente me indigna ya que esta ciudad puede alcanzar altas temperaturas y los árboles, entre muchos otros beneficios, proveen una sombra y una belleza estupefacta, sin duda el tercermundismo mental en su máxima expresión en la ciudad de Tepic, que no es caso aislado en nuestro país.
Y justo reflexionando en donde el rey reflexiona solo, me acordé de hace dos semanas asistiendo a la boda de Prisca y Abraham me hospedé en un hotel en Guadalajara donde más que ser un edificio vertical era una suerte de villas, una especie de unidad habitacional donde la parte exterior está pensada para dejar el auto y la parte interior tenía unos hermosos jardines interiores con andadores que conectaban a todas las habitaciones o minidepartamentos y justo platicando con "special one" reflexionabamos si tan difícil es llevar estas ideas arquitectónicas de calidad de vida al lugar donde vivimos en valles miseria y en general a otros lares donde la gente vive y convive. Es una tristeza que esta simple concepto para incrementar la calidad de vida como un balcón o terraza a un jardín interior con sendos árboles se considere en pleno siglo XXI como un lujo que solo puede haber en edificios adelantados a su época o hoteles de lujo, al menos en México, pfff el clasismo y tercermundismo a todo su esplendor.
La gloria de Nebra
En días recientes he tenido curiosidad de escuchar más música barroca del orbe hispano, creo que hay muchos tesoros y óperas por descubrir y volver a la vida en la catedrál de Puebla y otras urbes coloniales de la América hispana, sin embargo quizás no sea su mejor momento y menos con el peje y sus ideas pro-indígenas retorcidas. Creo que es importante el reconocimiento de todos nuestros origenes y cultura, obvio la cultura prehispánica es importante, pero también la hispánica y en cierta forma lo indígena de ahora está permeada de lo hispano y viceversa, mas políticamente conviene al peje seguir con ese discurso divisorio que si bien llena de orgullo, no deja de ser un orgullo miope y con terrible veneno. Y justo estaba escuchando la siguiente obertura de José de Nebra: