Donde termina mi piel empieza el mundo:
más acá de todo estoy yo,
mi esencia
mi cabeza que se inventa la vida a diario.
Más que tejidos musculares o adiposos,
soy una idea definida que pretende ser verdad.
Sin embargo, para ti soy sólo un cuerpo
igual a tantos que ves o has visto pasar.
Como éstas existen otras piernas,
otros brazos, otros sexos.
Dime entonces ¿qué me hace singular?
Donde termina mi piel empieza el mundo.
Ahí escribo mi nombre, en cualquier lado,
esperando que lo encuentres,
lo pronuncies
y me hagas realidad.
por Fabián Cuéllar
Buscando algunas cuestiones en mi correo di con el poemario que me compartió Bigodao, pa los cuates capoeiristas, en particular disfruté de nuevo ahora casi 5 años después de una manera quizás más madura su poema Esencial.
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