Ana Lourdes organizó una reunión para volver a ver y fluir. Esta fue en casa de Juan, un cuate con el que antes jugaba ajedrez al inicio de la carrera muy brillante, y Susana. La reunión estuvo acompañada por matemáticos que tenía tiempo de no ver, bueno meses, y por un economista que tenía años de no ver. Curioso ahora usa un piercing. El nerviosismo se apoderó al ver tantas personas. ¿Qué preguntarles? Lo clásico: en que trabajan, que hacen de su vida...
Agradable la reunión, por hoy no tengo humor para describirla, tengo el recuerdo de que fue divertida, me viene a la mente el terrible error de tirar una maceta. De nuevo la sinceridad y espero mi practica no me corne. Una cuestión que me aterra en las reuniones es cuando se hacen grupos de plática y de pronto el grupo en el que estoy de plática converge al silencio, esa convergencia me trauma! No sé si a vosotros os pase, pero al menos en mi caso fluye. En otras reuniones me empieza a dar pánico empezar a platicar y que venga el silencio incómodo. Me viene a la mente muchas otras reuniones con mi imagen sosteniendo un vaso con licor preparado o una cerveza y solo observando. Ahora que lo pienso bien sigue pasando esa cuestión. Un bar y meramente viendo a otras personas. Salvo reuniones con el Minnonar eso es como otro mundo como una realidad alterna, ahora una vez más entiendo el terror de depronto despertar y que todo haya sido una alucinación pasajera.
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