... Me vino a la mente dicha tonada, pero seguramente es la tonada y no la frase la que recuerdo. Mi cerebro en un juego extraño otorgó la letra. Este fin fue extraño e intenso.
El viernes asistí al final del congreso de astronomía celebrado en la UIA. Fue interesante escuchar pláticas de las cuales no entendí mucho debido a la notación o conceptos, pero si entendí la estructura. Dense una vuelta por saaskun. Dicha cola del congreso me dió un saber de boca agradable, pues definitivamente el mundo académico es deseable, conferencias, clavarse en un tema e incluso tener una banda de rock. Este último detalle fue impactante, pues uno de los astronomos junto con otros académicos amenizaron la noche, acompañada de truenos, vino, ponche, refresco y colaciones variadas. El regreso todavía fue más impactante, pues choqué, le di de lleno a un tsuru blanco en la puerta derecha trasera y arruiné parte del frente de mi hhh sentra. Si ese coche hablará seguro me la mentaría, afortunadamente no hubo heridos y yo no tuve la culpa. Debo de aceptar que mi hermana es muy movida, pues fue al rescate de su hermano, además de llevar la gallardía y el apoyo. Créanme mi hermana se las rifa con los policías y cualquier otra persona que pretenda abusar o pasarse de listo.
El sábado fue intenso, pues aproveché para ir a la roda de capoeira del CENART, mas no contaba con que se dio un encuentro de capoeira en San Luis Potosí y obviamente la roda se pospuso. Sin embargo aproveché mi estadía en el cenart para reflexionar sobre mi existencia como lo he hecho desde que por primera vez visité dicho centro para grabar en casettes música para clavecín y pasar tardes enteras escuchando música o perder mi mirada en sus diversos rincones. Disfruté una puesta en escena coreográfica en donde el transeunte del cenart se veía inmerso en actuaciones de danzantes no profesionales. Desde una persona de la tercera edad hasta una niña, pasando por jovenes y adultos. Todo esto en la sección de columnas por donde está la tienda de artículos de pintura y demás. También aproveché para ver danza flamenca. Quedé maravillado por la hermosura resaltada de las mujeres que bailan flamenco, creo que no hay nada más femenino e intenso. Si también he visto bailadores de flamenco y a la par no hay nada más masculino y fuerte, pero en el caso del sábado me tocó ver féminas acompañadas por 3 gueyes, se me hace curioso ver gueyes con peinado tipo mojo, y una chava chelista. Posteriormente me dirijí a mi casa para irme después AL evento del sábado, el cumpleaños del super Alex... Realmente tenía tiempo de no divertirme tanto, bebiendo cebada, viendo diversos amigos, conociendo, aprendiendo y sobre todo la recompensa de ver a un amigo muy estimado pasando un cumpleaños muy chido, supongo que esa es la mejor parte de hacerse un año más viejo. Han leido a Asimov, por cierto, la historia de la química escrita por él es una lectura que espero Lalaith Rauko reseñe o comente y luego me preste para leer. Y uds., lectores, se animen a conseguir.
El domingo me llevé sorpresas agradables, un café, un préstamo y la factibilidad de verme decente en posteriores eventos. La aparición del señor Raziel y la invitación a jugar, después de mucho tiempo de no hacerlo, Risk y, obviamente, conquistar 24 países en un juego diplomático y medido, lleno de intensidad por parte de Adonai y su compañero-amigo de universidad que sabe hablar alemán y presume cierta adhesión al fenómeno ovni, cuan religión testificada. La unidad habitacional cercana al tec de la ciudad de México me trajo ciertos deja vús, como trajo un día antes el cenart, claro, en el cenart rayaron en el recuerdo, más que en el deja vú.
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