Lestat, el vampiro

Antes de comenzar a escribir comence por borrar todo teléfono inecesario, de hecho estoy entre el dilema de aventar el celular y observar con placer como muere ante las llantas de un camión, inclusive pensé en generar un numero aleatorio y sustituirlo como contraseña en todos los correos electrónicos, páginas, salvo el blog. A final de cuentas a quien le importe, pese a la desconexión, me encontrará...

Hoy desperté lleno de odio, odio hacia mi mismo, pues no crei llegar a tener un pensamiento de odio hacia una persona. Me llena de tristeza tan sólo recordar, una tristeza profunda. Supongo que es parte de ser humano, el tener sentimientos tan contrastantes. Unas horas antes de levantarme, el sueño no era una virtud y mucho menos un vicio, así que deje la cama y decidí ver una de mis películas favoritas, Entrevista con el vampiro, creo que es una de las pocas películas que puedo ver en un estado etílico o cansado y no quedarme dormido, en mi caso esa es una buena medida, objetiva, del gusto por una película. Dicha película me animó, no de manera inmediata, a leer, más joven, varios libros de las crónicas vampiricas de Ann Rice, empecé a leerlos de manera desordenada y prácticamente siguiendo la línea de la oferta dictada por el Sanbor's del Angel de la Independencia, los compraba con lo poco ahorrado por mi trabajo como becario o algún dinero destinado a alimentarme por parte de mis padres. Pocos libros, como los de las crónicas vampíricas, han alimentado mi geist, mi cosmogonia y, sobre todo, me han conservado pegado a la lectura de manera casi obsesiva. Según yo y la oferta de dicho establecimiento había leido casi todos, salvo Lestat el vampiro, así que dado el juego neuronal decidí comprarlo por segunda ocasión y aprovechar el almuerzo con mi familia para empezar a leerlo.
Las primeras hojas sobre la vida de Lestat, me hicieron pensar en una situación cercana y sabrosa, pues dichas hojas narran sobre como Lestat descubre en Nicolas y este en Lestat, una persona llena de conocimiento, cuestiones en común, como el gusto por el vino, la plática, el vagar acompañados, el desear conocer y aprender, casi, podría decir yo, un descubrimiento de lectura mútua, inclusive su tentativa de viaje para escapar de la monotonía del pueblo me hizo pensar irremediablemente en mi y es esa la felicidad contrastante generada por el choque de dos cerebros, sus ideas, su plática, su compañía, inclusive amor(Pese a lo ultrajada que está esta palabra en nuestra sociedad), la que me hace olvidar todo pensamiento de odio.
En el momento que escribo esto no se aún el destino de Nicolás en el libro, pero de nuevo pensando para mi, Nicolás ha sido engullido por la experiencia del noviazgo y ha sido transpasado más allá de lo que llegaría a imaginar o concebir, supongo que, pensando en lo dicho por Cuevas, que el escritor de la serie percibio una audiencia más baja u algo así y por ello decidió hacer la trama más fuerte o más compleja. Mas pese a dicha complejidad, seguiré ofreciendo instantes de oro, pues no todos los días en un pueblo monotono y aburrido, se da el momento de conocer a alguien con quien sentirse a gusto en esos instantes de oro y uno, por muy pendejo que sea, supongo, también se da cuenta de la reciprocidad del otro cerebro por los instantes de oro.
Amén este debraye, que por serlo no deja de ser válido y serio para mi, surcaré engullido por el gusano urbano para el término de esta lectura, me siento triste, mas es extraño, pues no es tristeza del todo, tengo una alegría extraña y fuerte. Alter Junge contestado por un Scheißkerl, ich liebe dich.