La noche de brujas para los capitalinos fue un monumento al terror. En mi caso pretendía ir a un concierto de clavecín y haciendo exceso de dotes precavidas salí al veinte para las 19 horas, la reunión fue a las 20 horas en la Biblioteca Lerdo de Tejada, mas la patética situación del país me forzó a llegar a las 22 horas a la entrada de la biblioteca y que remedio mas que enterarme que se interpretaron las Variaciones de Goldberg compuestas por Bach. El demiurgo de chile, melón y manteca asistió a tal evento y ya en caliente, y por la zona, decidí ir a tomar unas buenas liras de cebada a la clásica cantina cuyos pies descansan en la esquina de donceles y república de Cuba. En algún punto de la búsqueda etílica salió el tema de el origen de las Variaciones de Goldberg, en particular la trigésima (Variatio 30, a 1 Clav. Quodlibet).
Supondré y me encantaría atinarle el hecho de que estas dos ligas sirvan a uds. para quitarse el velo patético sobre la música antigüa. Es obvio que somos más hijos de nuestro tiempo, que de nuestros padres, ergo el proceso creador por más objetivo que se pretenda, no ceja de ser subjetivo... Ahora que parto a alimentar a mi estómago lo haré cantando: Ich bin so lang nicht bei dir gewest.
4 comentarios:
Oye!! Ya estabas briago! Donceles y republica de cuba son paralelas! asi q no puede estar la cantina en dos esquinas a la vez! o si? Ja! Buena cebada!
Si mi madre hubiera cocinado carne me hubiera quedado más tiempo!
Jaja! Buena melodia!
Esa trigesima esta buena! como mi maestra! jaja!!
Kraut und Rüben, haben mich vertrieben. Hátt mein mutter fleisch gekocht, so wär ich langer blieben!
Resulta que ahora todo tendrá como patrón tu maestra... Realmente me da curiosidad conocer a tu maestra....
Deja que el cordero taña su espineta y endulce tus oidos
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