Para variar creo que no soy un ente adecuado para las francachelas seguidas, pues basto tres días de francachelas para tirarme por completo en la cama acompañado de flemas y mil bacterias más. Inclusive vime en la necesidad de faltar tres días a mi trabajo evitando que fuese a cenas, graduaciones y festejos de fin de año del circulo capoeiril y la blogosfera. Tres días que aproveche para ver Ghost in the Shell, stand alone complex. No ahondaré mucho, pero he de confesar que uno de los capítulos que más me facinó fue: El deseo de las máquinas. Me pregunto si las IA algún día llegarán a tomar conciencia de sí y llegarán a desarrollar sentimientos de amor o ira hacia los demás. Imaginen que su tostador programado con una IA empieza a desarrollar afecto por uds. Será interesante verlo dentro de algunos años... Bueno, en realidad sí quisiera ahondar más al respecto, pero sólo lo haré si alguien genera el universo de discusión en particular discusión sobre el Hombre Sonriente o sobre ghost en sí. Esta serie de mangas generaron un geist consumista en mi ser, pues decidí comprar el guardián del Centeno de Salinger a causa de varias referencias a dicho libro en dicha serie de ánimes.
*uno*
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