No había tenido ganas de escribir propiamente sobre el asunto, pero bueno, aprovechando los 30 minutos antes de irme al squash retomo.
Penúltima semana
Bajo este hermoso cielo azul que cubre a la ciudad de Tepic, un azul intenso, un regalo imperceptible que otras ciudades se ha velado con el gris de la enfermedad poscapitalista he posado mis dedos para crear código para 3 empresas distintas: Equifax, Baufest y Tech Mahindra. Sin embargo el desasosiego no había sido tan calante como un viento gélido de Invierno, quizás por que en la primera renuncié, en la segunda nunca fui consciente de lo que era estar en la banca en proyectos "importantes" de la empresa, mas no de clientes y por que ahora tras la experiencia previa mi cuerpo se enjuta al saber sobre la posibilidad.
Es en estos momentos que pienso sobre la falta de tener una renta fija que de tranquilidad en caso de ausencia de oportunidades laborales. Curioso es como el mundo explota por las ipsaciones neuronales hasta que se vuelve la realidad, como una mancha que cuesta quitarse.
Última semana
Quizás medio aferrándome a que pudiera ser otra mi suerte, ya que tuve entrevista para otra área, pareciera que no va ser así y que es irremediable la banca. La entrevista fue agradable, hecha por otro Mexa, pero del norte, fue cordial, mas no por ello me percaté que en realidad buscan alguien que tenga experiencia haciendo programación reactiva, cosa que no tengo, y que tenga experiencia en terraform. Desde el inicio de la entrevista no oculté mi ansia, aunque esta la disfracé de ganas de aprender sobre "elastic search" o "GCP vertex AI search". Sin embargo tras agarrarme en curva con "clean code" de C Martin, la neta olvidé a dicho autor y su filosofía, mas eso no implicaba que subrepticiamente y como parte de SOLID no usara uno esos principios en código. En fin la despedida fue más como: "ahh chido, gracias por las enseñanzas", pero no quedaste fascinado de este cerebro, verdad. No viejón, la neta que no, buscamos un Dios en la tierra, no un papanatas y mortal bueno pa' nada.
Heme así a mitad de semana con un frío mental que cala hasta el hipotálamo, con el síndrome del impostor a flor de piel, sabiendo que otros compañeros que sufrieron una suerte parecida, ya han sido bendecidos con una vida extra. Unas horas antes hablé con mi versión de la India, Sai, pareciera que también lo entrevistaron y no dio el ancho. ¿Me pregunto si aplicarán la de la margarita: indio, mexicano, indio, mexicanooo...
Ciertas neuronas tratan de convencer que todo cambio es bueno y que, bueno, todavía no estoy desempleado aún, mientras el acento en la u y la n se repiten como un eco en un lugar abandonado. Así pareciera que los días de Kroger han llegado a su fin, no sin antes divagar con la historia de 58 y 92.