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martes, 28 de octubre de 2025

El fin de una era: la cueva de Cuevas


Con un apoteótico final digno del episodio del monoriel de los Simpsons colapsó la otrora cueva de Cuevas, un departamento en un segundo piso ubicado en la esquina de Hortencia y Nogal en la ahora colonia trendy y gentrificada Santa María la Ribera. En contra esquina hay un taller de autos cuyo ápice son las aceras aledañas. Frente a este departamente se eleva majestuoso un árbol de hule, el ruido ocasionalmente del circuito interior se llega a filtrar con coches que aceleran o camiones que pasan a una cuadra. Por las mañanas el tráfico es brutal y a todas horas se puede escuchar el terrible ruido con el que los que desconocen la otrora ciudad de los palacios asocian ahora a la CDMX: "Se compran colchones...". 


 
Así hace un poco más de una década llego Cuevas, el isonómico, a rentar ese espacio, que al ser un departamento construido antes de la enfermiza eficiencia de inversión y costes obsesión por atracar y presumir la falta de escrúpulos inmobiliarios, aprovechando la ausencia de estado que regule para beneficio de sus ciudadanos. Este departamente contaba con una cocina relativamente grande, separada, un recibidor pequeño y un bonita sala comedor, además de 3 cuartos y un baño, además de techos altos, muy por el contrario de los departamentos que ahora venden en dicha colonia con techos bajos y espacios más que reducidos. 

Por el departamento desfilaron un sinfín de cosas y personas, siendo testigo del crecimiento, encumbramiento y luego la desafortunada caída laboral de mi tocayo. Recuerdo que en sus inicios contaba solo con un sillón de piel heredado de Gabo, uno de sus mejores amigos desde la infancia, su cama y una mesa plegable enorme. Luego conforme la bonanza laboral fue endulzando la vida de Alex, llegaron más muebles, algunos de diseñador del mercado de muebles de Tlalpan, cuadros, incluso una parrilla de inducción magnética que estuvo varios años como un bonito pisapapel, plantas incluyendo muchas exóticas y algunas kodamas que la nutria, Daniel, regaló al dueño temporal. 

Sin embargo lo que nunca faltó fue una buena pantalla y consola de videojuegos, faltaría menos para quien en algún momento era evangelista de brorape, el documental. Ahí en ese rincón chilango Alex se enamoró, sufrió y volvió a enamorarse. En sus espacios cavernosos fumaron o departieron personalidades de la otrora comunidad salchicha, cluster, juegos de mesa, círculos de diversos hobbies, familiares y sobrinos del tío buen pedo cuya fragancia a cannabis se volvió constante e intensa al grado de que pereciera que en ese espacio el tiempo se distorsionaba y las risos por cualquier cosa fluían.


En mi caso entre mis idas y venidas de Canadá, en algún momento se convirtió en una especie de segundo hogar, lo cual agradezco mucho al isonómico, pues el espacio fue ideal para no regresar a casa de mi madre e incomodar con la falta de espacio, eso sin contar que además el espacio era agradable para que también llegara "special one". Ahí en dicha cueva recuerdo que incluso pasamos una Navidad la mamá de Alex, Pam, mi hermana, mi mamá, yo y Alex. Fue así que en varias ocasiones la rutina era ir a comer con mi mamá a su casa en bici, ya que la santa María está muy cerca de la Cuauhtemoc, o que mi mamá y a veces mi hermana viniera a comer en un restaurante cercano, el restaurante de la señora Norma, su hijo y yerno tatuados famoso por sus chiles rellenos y su calidez. O más noche ir a cenar con Alex sobre San Cosme quesadillas de maíz azul o tacos cerca del metro Normal. 

Para las reuniones también quedaba cerca el ir a visitar a Paco o Richo a su torre de marfil en contraesquina de la capilla británica o llegar y toparme con que había una de la nada, sin planeación alguna, pero con cerveza, música y conversaciones curiosas o retas de smash u otro videojuego hasta altas horas de la madrugada. 

En esos ires y venires me fui empapando de la cultura de barrio que ofrecía la Santa María coincidiendo muchas veces con irme en bicicleta a entrenar capoeira con Novi en Yubá cerca de la delegación Cuauhtémoc o mostrar todavía restaurantes no gentrificados y vacíos no de gente sino de espíritu como los de la Cuauhtémoc. Sin duda fue casi una década entre vivir en Calgary y parcialmente vivir más en la Santa María la ratera que en la Cuauhtémoc.

Entre recuerdos, me viene a la mente la placa de Av. Universidad que estaba colocada encima de la puerta principal de dos hojas que comunicaba el recibidor con la sala-comedor, pienso en su origen seguro Alex la tomó en su época adolescente cuando patinaba con Gabriel y otros de sus amigos por la colonia del Valle o Coyoacán, así me imagino a mi isonómico amigo siendo todo un rebelde, como una especie de scrappy doo, quizás yo esperando el camión en el instituto México o en el CUM y el pasando desapercibidamente por Gabriel Mancera, dos realidades cercanas, pero inconexas que convergerían y luego divergerían. Otro detalle que me viene a la mente es el cuadro de Sego, compañero final, siempre he pensado que el graffitero y artista se lo dedicó a Alex por muy buenas razones, sin embargo así como el otrora amor de su vida cejó para perderse en la bruma de los tiempos, así esta se empezó a vislumbrar a partir de la pandemia con el fin de la fuente de "sor juanas" y la consecuente complicación de vida al isonómico y aún con todo airbnb y roomies, la tenencia del depa trastabilló hasta caer de manera lenta e inexorable ante los obstáculos de negociación tras la partida de la mamá de Alex y la de su papá un año después.

Fue finalmente hace un par de meses que la fantasía tejida por el isonómico cedió ante la cruda realidad, ya se me hacía rara la eterna entrega del departamento, y tras dos años sin contrato y con la escalada legal, que afortunadamente negoció Gabo, un sábado 4 de Octubre la palabra ábrete sésamo desapareció para la cueva de los cuarenta y uno maleantes y junto con ella muchas de sus riqurezas, historias, reuniones y experiencias que ese lugar escondía.

Por cierto si quieren ver como era el departamento de Cuevas, el siguiente corto se filmó enteramente en dicho lar:

jueves, 2 de octubre de 2025

Il Giustino

 En los otrora cds que tengo guardados en casa de mi mamá tengo la ópera de Il Giustino de Vivaldi y justo por tiktok, me acabo de acordar con la interpretación de un soprano con testículos, je, qué vulgar, bueno es una manera de decir un soprano hombre, qué finos resultaron.

Tobillo: squash, capoeira, danza, senderismo y entrenamiento funcional

Pues resulta que hace casi dos semanas que me lastimé el tobillo izquierdo, no recuerdo la última vez en que me haya pasado algo así al grado de tener dolor al subir escalones o pisar suelo no parejo, incluso giros repentinos me causaban molestia. Afortunadamente el buen Amadeo del squash me recomendó una fisioterapeuta, quizás me hubiera gustado que me hubiera palpado o movido el tobillo como para detectar exactamente la lesión, pero pues no fue así, simplemente me aplicó una batería de diversas tecnicas para desinflamar el tobillo, imagino que en su experiencia ya sabe lo que se de hacer, así disfrute en varias ocasiones el ultrasonido terapéutico, electroterapia con calor y ventosas. 

Debo de confesar que siento que mi tobillo se ha ido recuperando, pero me he quedado con la cosquilla y ciertos como piquetes tras hacer ejercicio, claramente algo que me preocupa un tanto es el tendón de Aquiles, pero pues debo de confiar en que consistentemente entreno, aunque por otro lado llevo cierta vida sedentaria sin duda por mi trabajo.

En fin quería meramente escribir antes de meterme a bañar, como usualmente hago después del entrenamiento en línea con M. Cigano y justo quería compartir con uds lo que el mestre nos está leyendo que son las coplas a la muerte de Thomas Merton que escribió Ernesto Cardenal.

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar a la muerte
que es la vida
Tu muerte más bien divertida Merton
                            (¿o absurda como un koan?)

Por cierto que me ha llamado la atención esta cantiga de M. Tony Vargas que mestre Cigano compartió:

Sou energia fluindo nesse ilê
O chão se fez leito de rio pra as águas correr
Mais as aguas não correm, elas passam dançando
Resignificando a vida alem de você
Sou energia fluindo nesse ilê
Agua limpa ê agua de beber
Aguas que correm com calma só pra regar sua alma
Só pra deixar seu sorriso nascer
Vêm, vêm me molhar
Humidificar meu sonho de axé
Fortaleça meu coração
Faz de mim um guardião de essa mandinga de bater com pé