Y también diría que fue en el tianguis más caótico del mundo, empecé el año con la locura de Polymarch y la dificultad para llegar al área de pista, pues siguiedno la costumbre o no¿? del caos no solo los comerciantes naufragaban en el mar de gente y las vayas, la falta de baños. La casa de mi mamá a unas cuadras se volvió un bonito mingitorio. Pero bueno no todo fue grasa, caos, gente y más gente, mares de gente, ríos de gente, comercios y calles abarrotadas dentro de todo eso, al menos la gente con toda su barbarie, que podría ser peor podría pisotear y arrancar las plantas, tirar basura y otras peores cosas. Como decía la gente, los ciudadanos en su barbarie disfrutaron la música electrónica, las luces y el calor humano.
Como buen citadino que buena parte de su vida ha transcurrido cerca del Angel y el paseo de la Reforma, siento tristeza por el arrabal que se ha convertido: grasa, comercios, jardineras destruidas, el espacio público apoderado por unos comerciantes y comensales, pareciera que esa es nuestra naturaleza y no lo veo mal, eso es parte del concepto de "tianguis", pero aún en la antiguedad en los albores del imperio Mexica, cada cosa tenía su lugar y su orden, quizás se les hubiero hecho más difícil a la alianza tlaxcalteca-española conquistar Tenochtitlan si se hubieran topado con tianguis por todos lados incluyendo el área del templo mayor o en la calzada México-Tacuba, Cortez, sin duda hubiera no podido huir con facilidad o quizás se hubieran sentado a beber atole con sus perseguidores.
Como decía cada cosa tiene su orden y su meta, el paseo de la Reforma es un paseo para todos, no para que se vuelva tianguis, es un paseo para inspirar la grandeza y el orden, está bien uno que otro fin para poner tianguis y este debería ser ordenado con salidas para casos de emergencia, limpio, quizás solo de un lado para que quienes quieran comprar y comer lo hagan. Quienes quieran caminar y disfrutar el orden lo hagan.
Unos días después fui al centro a cenar a la Pagoda y la misma locura, el área peatonal de la Alameda saturada de tianguis y mugre, si muy sabrosa, pero grasa y mugre, ese no es su lugar habemos personas que queremos una Alameda para pasear para sentir la grandeza de la ciudad de los palacios. Mero pensamiento de alguien que siempre ha disfrutado los paseos y el orden, no la grasa, el caos y el ambulantaje que pareciera se ha salido de quicio.
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