Si hay algo con lo que asocio a mi madre desde muy joven, es su afición por la lectura del periódico y más si este es la Jornada, irremediablemente mi madre guajolote ama sentarse en un café o sentarse a la mesa mientras bebe un café y leer el periódico para después como un pavo desplumado despotricar en contra de las injusticias o hablar de que va a haber un evento cultural y así. Casi podría decir que el aroma de mi mamá se entremezcla con granos de café, leche evaporada y la tinta del periódico. Hoy que en muchas partes festejamos a nuestras progenitoras he de compartir esa anécdota un tanto personal. ¡Feliz día de la mamá, pavamadre!
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