Tengo varios amigos estimados que por alguna razón su racionalidad desaparece y se vuelve una narcomanta cuando se trata de la izquierda y el peje, esta reflexión de Fabrizio Mejía se me hizo bastante interesante:
Justo me acabo de acordar de otro Fabrizio, un muy buen amigo en mis momentos en el ITAM y que ahora es un odiador jurado del peje, qué irónico, en fin.