Originalmente esta entrada iba ser para finales de Octubre, pero se me fue el tiempo y terminó siendo para el primero del penúltimo mes. Como he platicado en otras entregas, el cerro de San Juan se ha vuelto uno de mis lugares predilectos en Tepic. He agarrado la costumbre de cada viernes subirlo, junto con Adrián, y ya en el último descanso, en el mirador donde se observa buena parte de la ciudad de Tepic compartimos algún refrigerio, una manzana o una mandarina, y brindamos con unas buenas cervezas, mi favorita es la Allende golden. Para mi es un merecido premio tras el esfuerzo de subir por una hora y cacho el cerro, ya que no solo es caminar, sino subir cuesta arriba y en algunos momentos incluso subir el equivalente a escaleras altas.
Comparto con uds algunos de los videos, que muestran un poco las sorpresas que el cerro siempre depara o eso me gusta creer. Por ejemplo, hace una semana y media en el camino nos topamos con varias chotacabras, aves con ojos como de búho, que aprovechaban el calor de las piedras o el terregal, dependiendo de la sección del cerro, para reposar o buscar alimento. Luego unos días después volviendo a subir nos topamos con una manera curiosa en que la niebla cubrió la ciudad de Tepic, dejando ver a lejos de manera enmarcada el volcán de Sangangüey.
Sobre libar al cobijo de la luna y las estrellas, no es algo nuevo para mi, en otras ocasiones lo he hecho sólo o acompañado, pero sin duda en compañía es mucho mejor, me viene a la mente cuando en el ITAM aprovechando el aventón de un amigo que se llama Tavo, con quien administraba el somero club de ajedrez, hacíamos una parada en el parque México y nos chutabamos algunas cervezas, hablábamos de política, de ajedrez y de los famosos Michelmáticos, una puberta idealización de Michel, una chica hermosa con muy bonito cuerpo que ambos conocíamos, como una especie de moneda de cambio. Ahora 20 años después me ha tocado cruzar camino con mi cuñado y beber en la cima del cerro, hablar de traumas y trabajo.
Ese ejercicio tan humano y que disfruto me hace pensar en dos rolas:
No hay mejor manera de conocer a alguien que en la taberna y si uno no va a la taberna, entonces la taberna va a uno con forma de una deliciosa cerveza Allende golden, ya les había mencionado, cómprenla y bébanla y me dicen su opinión.
Esta última, aunque la letra es un poco más profunda, las imágenes del video me hace pensar en el grupo explorando y recorriendo caminos, senderismo puro, y en el caso del cerro, senderismo nocturno, un cariño de camaradas haciendo lo más humano y neto de nuestra evolución: caminar en el bosque, en detrimento al terrible sedentarismo y la soledad que nos hace guiños en esta época moderna.
El famoso chotacabras |
En fin comienza noviembre, las flores naranjas que nos recuerdan que la vida es un ciclo con sus dorados tonos, el fulgor del ocaso pintado en sus pétalos.
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