Así se podía leer en uno de los titulares sobre el paso de cierto huracán hablando del poco impacto que tuvo el fenómeno meteorológico que afectó hace casi una semana el país. Ese espacio deshabitado con chozas caló los ánimos del pueblo de Nayarit y de inmediato usando la red de la arena política y odios eternamente pasajeros salieron a protestar contra esa manera centralista de despechar al estado de Nayarit. Si bien tienen razón en enojarse o molestarse, ya que de una revista como el Proceso se esperaría cierto cuidado en su redacción. Sobre eso no voy a tomar partido, sino sobre por qué alguien no sabría qué es Nayarit. Dirán es obvia su ignorancia, pero obviando el paso de noche de la primaria o secundaria, quizás se debe a que el estado de Nayarit no cuenta con buenos índices, ni mucho menos cuenta con una oferta intelectual o cultural que lo ponga en la boca del resto del país. Este estado está secuestrado por un grupo de familias que controlan todo y que no tienen ningún absoluto interés por mejorar la calidad de vida y la presencia del estado como un miembro clave de lo que conocemos como la república Mexicana.
Estas familias que acaparan el poder son incapaces de tener una capital con calles decentes y ordenadas, mucho menos una propuesta de transporte público. Todo en este estado está en venta y privatizado, pienso en el fraccionamiento donde vivo. Siento que no tengo representación alguna, simplemente soy un cliente que compró algo que el mercado ha decidido ser habitable, la falta de una acera decente peatonal no es algo que al mercado le interese y esto es por que la mayoría usan coches, tampoco estos tienen o tendrán mucha suerte, ya que la avenida de acceso en realidad es una calle de solo dos carriles. Ya no hablemos de los parques, hace mucho que Tepic claudicó en crear nuevos parques en las nuevas zonas residenciales, las calles literalmente parecen bombardeadas, baches, hoyos. En la parte céntrica de Tepic donde otrora hubieron sendos estadios, un buen día el gobernador o debería decir el virrey se le ocurrió quitarlos y dejar un adefesio de centro cultural de las artes, el cual dicho sea de paso está horrible, que parece totalmente abandonado. La universidad parece una maquila secuestrada por las peores prácticas sindicales y sirve como caja y trampolín político, mientras los decanos son evaluados por si llegan temprano o no, ¡carajo! estudiar un doctorado y regresar a promover y generar conocimiento no importa, importa si llegaste a las 9 de la mañana en punto.
Así puedo seguir enumerando una serie de vicios y caprichos encarnados por la oligarquía gobernante, que simplemente como chapulín salta de partido para seguir en el poder, siendo un claro ejemplo del fracaso de la democracia y la falta de representatividad. Quizás por eso nadie recuerda algo sobre Nayarit que sea trascendente, quizás como dijo Proceso, en ese espacio deshabitado no pasó nada.