Desafortunadamente su visita no fue una alegría, sino todo lo contrario, desde el jueves de hace dos semanas comenzaron a imponer su voluntad sacando al perro de la cocina o del comedor, mintiendo y exigiendo papeles. Son los llamados hermanos de mi madre, que más que una visita por saber como se encuentra ella, fue una visita para imponer y mostrar su poder. Mi madre ha vivido casi toda su vida en la casa de Río Sena y cualquier hermano preguntaría a donde te vas ir o al menos platicaría primero sobre lo que se va a hacer con una propiedad que pertenece no solo a mi madre, sino también a ellos. Sin embargo al estilo más burdo y con mentiras, argumentaron que ellos no tienen dinero, que tienen que vender y que no les importa en lo absoluto la situación de mi madre. Lo más curioso de esto fue que no sólo fue una hermana, sino los otros dos hermanos, inclusive el hermano que supuestamente quiere mucho a mi mamá.
Tres de los hermanos viven en USA así que no quedarían en una situación de calle, la otra hermana sufre de esquizofrenia y tiene de razocinio lo que yo tengo de Ario. El otro hermano que vive en México, consciente de que no quiere problemas decidió renunciar y del hermano que falleció ni las luces a sus hijas. ¿Es el dinero acaso el motor de destrucción de relaciones fraternas más efectivo? Al parecer sí, tristemente lo es, al menos para la familia que se apellida Salgado.
Actualmente la casa de Río Sena se encuentra intestada y se está promoviendo un juicio de intestado, algo que me ha puesto ha pensar mucho es sobre que tan adecuado es hacer lo correcto y lo correcto para quien. Mi madre estaba consciente que podría prescribir la casa a su favor, pues ha pagado las cuentas durante años, sin embargo ella consideró que eso no sería lo correcto, pues la casa no sólo es de ella sino también de sus hermanos, mas con las actitudes de estos a fechas recientes uno a veces se pregunta si vale la pena el no haberlo hecho.
El hecho es que sacaron sus cosas de la sala cuando ella se fue a trabajar, bajo el pretexto de que iban a rentar la sala para pagar a mi primo los trámites que está haciendo para el juicio testamentario, pues ellos no tienen dinero. La realidad fue que entregaron la sala a la hermana que vive en casa de mi mamá. ¿Por qué no simplemente pedir la sala? ¿Por qué no darle oportunidad a mi mamá de que acomodara las cosas? ¿Por qué dejar a mi madre enojada y eufórica por la manera en como vienen a pisotearla?
Como bien lo han dicho no les interesa mi madre, ni la relación con ella. Todo por unos cuantos pesos. ¿Será su falta de lógica? ¿O tendrán una lógica maquiavélica?
Me genera un poco de frustración encontrarme en lares lejanos y no poder ayudar a mi madre, sin embargo finalmente la labor de los hijos es apoyar a los padres, más que ocuparse de sus asuntos. Espero que mi madre y mi hermana puedan hacer frente a esa runfla de tan "queridos" hermanos.
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