Divagando en la red, como comunmente suelo hacer, a veces busco lo que el nombre de las personas trae en el oleaje de la información, en esta ocasión encuentro una entrevista interesante al dueño de las neuronas capaces a quien en parte debo el bienestar físico, otra buena parte el mismo paciente es el culpable.
Respecto a la elección del doctor, sigo siendo de esas personas acuñadas a la manera tradicional, pues un médico requiere tener empatía con su paciente total y absolutamente, incluso el hecho de dedicarse a esa magia blanca moderna requiere vocación e inteligencia científica.
No cualquier persona puede ser médico y en un sentido metafórico no cualquiera puede ser mago blanco, requiere ciertas habilidades propias del mago y de la bata. Por ello es que en estas épocas modernas donde la aparente profesionalidad desbanca al oficio me siento afortunado de haber cruzado camino con alguien profesional y que lleva tatuado el oficio en las neuronas.
Sea esta pequeña publicación un deseo de buen viaje y un reconocimiento al Dr. Eric Ochoa Hein.
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