Divagando en la red, como comunmente suelo hacer, a veces busco lo que el nombre de las personas trae en el oleaje de la información, en esta ocasión encuentro una entrevista interesante al dueño de las neuronas capaces a quien en parte debo el bienestar físico, otra buena parte el mismo paciente es el culpable.
Respecto a la elección del doctor, sigo siendo de esas personas acuñadas a la manera tradicional, pues un médico requiere tener empatía con su paciente total y absolutamente, incluso el hecho de dedicarse a esa magia blanca moderna requiere vocación e inteligencia científica.
No cualquier persona puede ser médico y en un sentido metafórico no cualquiera puede ser mago blanco, requiere ciertas habilidades propias del mago y de la bata. Por ello es que en estas épocas modernas donde la aparente profesionalidad desbanca al oficio me siento afortunado de haber cruzado camino con alguien profesional y que lleva tatuado el oficio en las neuronas.
Sea esta pequeña publicación un deseo de buen viaje y un reconocimiento al Dr. Eric Ochoa Hein.
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viernes, 31 de enero de 2014
jueves, 30 de enero de 2014
Esta vez no habrá Candelaria
Hace varias horas y el primer correo que me topé tenía entre líneas el fallecimiento de Cande el candente, dicho personaje de 20 o 30 años más que los exmiembros de TyD se encargaba de mantener a punto los servidores y computadoras que usasemos para desempeñar el día a día en Inffiernix. Sobre el apodo, sólo recuerdo que en algún momento Rocía bromeando con Tanefón decía que Cande el candente observaba a través del vidrio que separaba su oficina del resto de Info, en su oficina la temperatura bajaba unos 10 grados, pues los servidores no pueden sobrecalentarse. En su escritorio el termo incansable de café, su sueter, lentes y su lap. Son casi 10 años los que he vivido de alguna u otra manera en Inffinix Software y tristemente aquel que nacio el día de la Candelaria no estará más con nosotros, aunque si los diversos y pocos, en mi caso, recuerdos.
lunes, 27 de enero de 2014
Me rindo al queso y a los otros placeres
La ansiedad por resolver el mentado caso me carcome, el queso me sacia, la pupila, el tacto y los oidos otros placeres.
Son los días de oficina a distancia
Son los días de oficina a distancia
Bajo cero
Las sombras susurran
se mueven cautelosas
del alba tiempo ha pasado
el tímido sol gélido
recuerda reflexión
la Sibila tañe y canta
indescifrable predicción
es invierno el corazón
incertidumbre que hiela
se mueven cautelosas
del alba tiempo ha pasado
el tímido sol gélido
recuerda reflexión
la Sibila tañe y canta
indescifrable predicción
es invierno el corazón
incertidumbre que hiela
viernes, 24 de enero de 2014
Jugando con el idiot
Mi hermana me regaló su iPhone viejo y dado que mi anterior celular valió queso decidí comenzar a jugar con el aparatejo de mamá. Una de las aplicaciones que me ha gustado es hipstamatic:
lunes, 13 de enero de 2014
¿Qué es la existencia?
Las punzadas recorren desde el punto acumulador de vida. ¿Será que se escapa?
El sueño adolece y no llega con su dulce libar, las neuronas empiezan a vibrar y la mente no deja de pensar. ¿Qué es la existencia? Las enfermedades oscilan como interminable océano, llevando la barca de la vida a insospechables orillas.
El dolor de existir, brota, me pregunto si en algún momento la mente entenderá la interrogante. Días plácidos, devienen a días tormentosos. No hay remedio más que vivir preguntándose para responderse con más preguntas, las pausibles respuestas efímeros granos de una playa inmensa: disfrutar las sonrisas, llorar el vacío. enfermar, sanar, dormir, despertar...
Si acaso me cuestionas, sólo tengo lágrimas de alegría por respuesta, qué interesante la existencia es todo eso y nada.
El sueño adolece y no llega con su dulce libar, las neuronas empiezan a vibrar y la mente no deja de pensar. ¿Qué es la existencia? Las enfermedades oscilan como interminable océano, llevando la barca de la vida a insospechables orillas.
El dolor de existir, brota, me pregunto si en algún momento la mente entenderá la interrogante. Días plácidos, devienen a días tormentosos. No hay remedio más que vivir preguntándose para responderse con más preguntas, las pausibles respuestas efímeros granos de una playa inmensa: disfrutar las sonrisas, llorar el vacío. enfermar, sanar, dormir, despertar...
Si acaso me cuestionas, sólo tengo lágrimas de alegría por respuesta, qué interesante la existencia es todo eso y nada.
miércoles, 8 de enero de 2014
Amo practicar capoeira
Es una de las pocas cosas en la existencia que me relaja y hace que me olvide del correr del tiempo, cuando uno esta haciendo capoeira es el momento... el cansancio se transforma, los pulmones respiran, las sonrisas fluyen, los rompecabezas motores afloran. En estos momentos del año venidero nuestro mestre nos ha estado ensañando una rola de Jorge Ben:
Zumbi
Jorge Ben Jor
Angola Congo Benguela
Monjolo Cabinda Mina
Quiloa Rebolo
Aqui onde estăo os homens
Há um grande leilăo
Dizem que nele há
Um princesa à venda
Que veio junto com seus súditos
Acorrentados num carro de boi
Eu quero ver
Eu quero ver
Eu quero ver
Angola Congo Benguela
Monjolo Cabinda Mina
Quiloa Rebolo
Aqui onde estăo os homens
Dum lado cana de açúcar
Do outro lado o cafezal
Ao centro senhores sentados
Vendo a colheita do algodăo tăo branco
Sendo colhidos por măos negras
Eu quero ver
Eu quero ver
Eu quero ver
Quando Zumbi chegar
O que vai acontecer
Zumbi é senhor das guerras
É senhor das demandas
Quando Zumbi chega e Zumbi
É quem manda
Eu quero ver
Eu quero ver
Eu quero ver
Pongo dos versiones, una interpretada por Caetano Veloso
Y otra por Jorge Ben
Zumbi
Jorge Ben Jor
Angola Congo Benguela
Monjolo Cabinda Mina
Quiloa Rebolo
Aqui onde estăo os homens
Há um grande leilăo
Dizem que nele há
Um princesa à venda
Que veio junto com seus súditos
Acorrentados num carro de boi
Eu quero ver
Eu quero ver
Eu quero ver
Angola Congo Benguela
Monjolo Cabinda Mina
Quiloa Rebolo
Aqui onde estăo os homens
Dum lado cana de açúcar
Do outro lado o cafezal
Ao centro senhores sentados
Vendo a colheita do algodăo tăo branco
Sendo colhidos por măos negras
Eu quero ver
Eu quero ver
Eu quero ver
Quando Zumbi chegar
O que vai acontecer
Zumbi é senhor das guerras
É senhor das demandas
Quando Zumbi chega e Zumbi
É quem manda
Eu quero ver
Eu quero ver
Eu quero ver
Pongo dos versiones, una interpretada por Caetano Veloso
Y otra por Jorge Ben
jueves, 2 de enero de 2014
La emoción es un fin
"La perfección es un medio, la emoción un fin, nos hace mella en los corazones. Sin emoción no hay memoria."
Jordi Savall
Uno de mis músicos favoritos del mundo mundial, como se dice coloquialmente, es Jordi Savall y la entrevista hecha por Pepe Lugo me pareción interesante, la cual copio por razones meramente divulgativas, la entrevista la obtuve del diario La Razón
Entrevista a Jordi Savall por Pepe Lugo.
Jordi Savall (Barcelona, 1941), es una de las figuras más respetadas en el panorama de la música antigua y un firme defensor de la paz, la tolerancia y el entendimiento entre todas las culturas.
–El año pasado participó en la celebración del Milenio de Granada, ¿cree que ahora somos más conscientes de lo que perdimos cuando acabó el Reino Nazarí?
–No. Nos hemos dado cuenta de lo que perdimos no sólo con la caída del Reino nazarí, sino con el resto de expulsiones que ha habido a lo largo de la historia.
–En varias ocasiones ha asegurado que «la música puede cambiar el mundo». Es el mismo fin que defendía Lennon pero con una viola de gamba, ¿no?
–Claro, con una viola de gamba, con una voz o un laúd. El mensaje es el mismo.
–¿En qué sentido cree que se puede cambiar esto que nos toca vivir?
–Lo fundamental es que con la música no se puede mentir, habla con el corazón y al corazón. Por eso, entendemos perfectamente al cristiano, al musulmán o al judío. Es el único puente que nos queda entre oriente y occidente, entre culturas que están luchando entre ellas.
–Hay historiadores que cuentan que el mito de las tres culturas viviendo en paz era eso, un mito. A nivel musical, ¿sucedió lo mismo o hubo un intercambio real?
–Sabemos que los músicos sefardíes y moriscos eran muy apreciados y que no se podía hacer una boda o una buena ceremonia sin tener el acompañamiento de músicos de estas comunidades. Es más, lo vemos en las imágenes de las cantigas de Alfonso X, donde aparecen músicos musulmanes, judíos y cristianos. Creo que ha habido momentos difíciles y complicados, de lucha o de incomprensión, pero hubo momentos en «Al Andalus» en el que todos se aceptaron. Lo que sucede es que después ha habido conflictos y guerras, pero la cultura «andalusí» marcó a España con cosas maravillosas. Desde la Alhambra hasta la mezquita de Córdoba, las iglesias de Sevilla, nuestra gastronomía, la lengua. Sólo es que no recordamos de dónde vienen, pero están aquí con nosotros.
–El pasado julio ofreció un concierto en el Palacio de Carlos V, que para muchos atenta contra la esencia de la Alhambra, pero que se ha convertido en un espacio más del recinto. Al final, la inteligencia y la mezcla son positivas...
–Es cierto que cuando se ve desde el exterior uno piensa en lo duro que es, en su desproporción, comparado con la altura y la ligereza de la Alhambra. Pero cuando se entra, esa perfección, ese cielo abierto es un mensaje de gran belleza.
–Hay gente que salió llorando de aquel espectáculo. Explíqueme cómo en la era de internet, la música antigua sigue emocionando.
–Todo lo que sucedió en Granada fue vivido en el momento, como si fuera un concierto de rock o pop, por lo que no creo que sea adecuado hablar de música antigua. La mayor parte del concierto fue improvisada por músicos marroquíes, sirios, armenios... Fue un momento de evocación viva, puesto que renacieron armonías y músicas en un espacio maravilloso.
–Asegura que vivimos en «espejismos tecnológicos». ¿Cree que el futuro del ser humano será mejor si miramos un poco a nuestro pasado?
–No podemos evadirnos de la tecnología, dependemos de ella para estar en contacto, pero no podemos olvidar que lo más importante que tenemos son aquellas cosas que nos marcan como tales. Un niño que nace necesita escuchar una canción de cuna de su madre para desarrollar su sensibilidad y sentir el amor de sus padres. Es fundamental el canto de una madre, no se puede sustituir por una grabación.
–¿Qué es eso de que un instrumento se queda sin voz?
–(Risas). Eso sucede si viaja y está en condiciones climáticas muy diferentes, trabajando mucho. Puede llegar un momento en el que la madera llegue a un colapso porque se le ha forzado demasiado.
–¿Qué música de hoy se tocará dentro de 500 años?
–La verdad es que no puedo decirle si habrá mundo dentro de 500 años.
–¿Es cierto que prefiere la emoción a la perfección?
–La perfección es un medio, la emoción un fin, nos hace mella en los corazones. Sin emoción no hay memoria.
Jordi Savall (Barcelona, 1941), es una de las figuras más respetadas en el panorama de la música antigua y un firme defensor de la paz, la tolerancia y el entendimiento entre todas las culturas.
–El año pasado participó en la celebración del Milenio de Granada, ¿cree que ahora somos más conscientes de lo que perdimos cuando acabó el Reino Nazarí?
–No. Nos hemos dado cuenta de lo que perdimos no sólo con la caída del Reino nazarí, sino con el resto de expulsiones que ha habido a lo largo de la historia.
–En varias ocasiones ha asegurado que «la música puede cambiar el mundo». Es el mismo fin que defendía Lennon pero con una viola de gamba, ¿no?
–Claro, con una viola de gamba, con una voz o un laúd. El mensaje es el mismo.
–¿En qué sentido cree que se puede cambiar esto que nos toca vivir?
–Lo fundamental es que con la música no se puede mentir, habla con el corazón y al corazón. Por eso, entendemos perfectamente al cristiano, al musulmán o al judío. Es el único puente que nos queda entre oriente y occidente, entre culturas que están luchando entre ellas.
–Hay historiadores que cuentan que el mito de las tres culturas viviendo en paz era eso, un mito. A nivel musical, ¿sucedió lo mismo o hubo un intercambio real?
–Sabemos que los músicos sefardíes y moriscos eran muy apreciados y que no se podía hacer una boda o una buena ceremonia sin tener el acompañamiento de músicos de estas comunidades. Es más, lo vemos en las imágenes de las cantigas de Alfonso X, donde aparecen músicos musulmanes, judíos y cristianos. Creo que ha habido momentos difíciles y complicados, de lucha o de incomprensión, pero hubo momentos en «Al Andalus» en el que todos se aceptaron. Lo que sucede es que después ha habido conflictos y guerras, pero la cultura «andalusí» marcó a España con cosas maravillosas. Desde la Alhambra hasta la mezquita de Córdoba, las iglesias de Sevilla, nuestra gastronomía, la lengua. Sólo es que no recordamos de dónde vienen, pero están aquí con nosotros.
–El pasado julio ofreció un concierto en el Palacio de Carlos V, que para muchos atenta contra la esencia de la Alhambra, pero que se ha convertido en un espacio más del recinto. Al final, la inteligencia y la mezcla son positivas...
–Es cierto que cuando se ve desde el exterior uno piensa en lo duro que es, en su desproporción, comparado con la altura y la ligereza de la Alhambra. Pero cuando se entra, esa perfección, ese cielo abierto es un mensaje de gran belleza.
–Hay gente que salió llorando de aquel espectáculo. Explíqueme cómo en la era de internet, la música antigua sigue emocionando.
–Todo lo que sucedió en Granada fue vivido en el momento, como si fuera un concierto de rock o pop, por lo que no creo que sea adecuado hablar de música antigua. La mayor parte del concierto fue improvisada por músicos marroquíes, sirios, armenios... Fue un momento de evocación viva, puesto que renacieron armonías y músicas en un espacio maravilloso.
–Asegura que vivimos en «espejismos tecnológicos». ¿Cree que el futuro del ser humano será mejor si miramos un poco a nuestro pasado?
–No podemos evadirnos de la tecnología, dependemos de ella para estar en contacto, pero no podemos olvidar que lo más importante que tenemos son aquellas cosas que nos marcan como tales. Un niño que nace necesita escuchar una canción de cuna de su madre para desarrollar su sensibilidad y sentir el amor de sus padres. Es fundamental el canto de una madre, no se puede sustituir por una grabación.
–¿Qué es eso de que un instrumento se queda sin voz?
–(Risas). Eso sucede si viaja y está en condiciones climáticas muy diferentes, trabajando mucho. Puede llegar un momento en el que la madera llegue a un colapso porque se le ha forzado demasiado.
–¿Qué música de hoy se tocará dentro de 500 años?
–La verdad es que no puedo decirle si habrá mundo dentro de 500 años.
–¿Es cierto que prefiere la emoción a la perfección?
–La perfección es un medio, la emoción un fin, nos hace mella en los corazones. Sin emoción no hay memoria.
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