Saqué mi ropa de la lavadora y la llevé a colgar al asoleadero y aprovechando la ida y venida de la cocina a tal lugar puse la televisión, cuan mera entretención, y terminé embobado viendo Bitch Slamp, que buena película caray, sobre todo por los malos efectos y las citas al final al arte de la guerra de Sun Tzu y el príncipe de Maquiavelo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario