En un golpe sinoidal, es decir a veces sí otras no, llevo 3 cafés américanos en el día. Al momento de ir por mi tercer café, para que la comida fluya mejor, a la cocina de la oficina vi el periódico El País y aprovechando el tiempo en que la máquina despachaba mi bebida me puse a ver las noticias de la primera plana. Una noticia que me llamó la atención fue la de Emma Whitehead y el éxito aparente de su tratamiento génico frente a una terrible leucemia. Lo curioso de la nota es que usaron el VIH modificado para burlar y llegar hasta sus linfocitos descontrolados. Para quien no sepa el VIH es un virus experto en burlar nuestras defensas como el virus de la gripe, pues muta fácilmente, y su objetivo de infección son básicamente las celulas t cd4. Una curiosa forma de usar el temible bicho.
A reflexión personal me viene a la mente las concepciones fanáticas y las concepciones de la ciencia. Pues aunque no son comparables, por un lado el fanatismo afirma cosas como el virus del VIH es un castigo divino para esos sodomitas, mientras que por otro lado la ciencia entiende el virus para atacarlo y darle a esos sodomitas la oportunidad de vivir o entenderlo y brindar la oportunidad en contra del cáncer como la tuvo Emma. Una liga interesante para comenzar el surfeo aquí.
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