60 pesos pueden ser la llave de un recorrido extraordinario. Los riscos de Tepoztlan son cumbres de magia, la piramide enarbola la maravillosa admiración por la fertilidad. Cebada en cada puesto como libares divinos para ascender al Tepozteco, tlacoyos y comida corrida... la compañía grata de un ser nocturno un tochtli sumando ometochtli. Quisiera, realmente quisiera narrar, pero os invito a que visiten Tepoztlan.
Es cansado el ascenso hacia la piramide del Tepozteco, pero los sonidos, las imagenes valen la pena, el esfuerzo denosta el placer terrible de emanar quimicos agradables. Y una vez en la cumbre mamíferos parecidos a zarigüeyas emulan a los antigüos guardando un templo de todo. A los pies de los Ometochtli todo, nubes, Tepoztlan riscos plagados de una vegetación casi selvatica.
Libre, un lunes libre de toda atadura, simplemente disfrutando el Tepozteco y Tepoztlan, Ometochtlis fluyendo en demasía Dionisiaca... tequila enchilado un placer mágico. El 11.09 no se olvida diría.
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