Por extraño que parezca rompo paradigmas y recreo otros. El paradigma roto es el terror a convertirme en una especie de mounstruo terrible y funesto, donde mis falages estén encadenadas al teclado y mis pupilas al monitor. El paradigma que recreo, supongo es el paradigma de persona de un cuarto de siglo que poco a poco cae en los placeres paradigmáticos (coches, esposa, cámara, etc) por poco compro una cámara e impresora...
Mas basta de rollo, la culpa es de Cibeles por reir de más, su risa a provocado la creación de un patético universo en mi mente.
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