Una semana atrás hablaba con el isonómico sobre su papá y su hospitalización de emergencia en el IMSS, al parecer tuvo una obstrucción intestinal y había salido muy bien de la operación, un día después a su papá le dió fiebre de 40C por neumonía y la alegría se fugó en cuestión de instantes. Así tras varios días de lidiar con dicha enfermedad su papá el lunes 19 dejó este plano.
Alex me comentó que la operación de su papá tuvo errores graves, uno de ellos fue que para la anestesia general, la ejecución de la técnica no fue la adecuada y por tanto le inocularon bacterias en los pulmones. Yo no sabía que la anestesia general implicaba intubar al paciente para dosificar el anestésico y controlar signos vitales, he ahí uno de los tantos riesgos de las operaciones. Hablando con mi hermana, ella me mencionó que cuando la operaron de los senos nasales, la intubaron para anestesiarla de manera general. Entonces si esto es algo tan común por que hubo ese error y así otros errores que Alex me comentó sobre la manera en como trataron a su padre en el IMSS.
Este tipo de actitudes me lleva a pensar por ejemplo la manera en como me trata la médico que me atiende en el IMSS, no digo que me trate mal, más bien me trata indiferente, de lejitos, sin ahondar en mucho. Estos mismos médicos son los que trabajan también en hospitales privados. ¿Qué pasa con los médicos o las personas que atienden el IMSS? Será que la vibración de sus edificios los convierte en indiferentes, en personas poco empáticas. Es esa agudización terrible que vivimos en donde lo público se degrada y se hace aporofílico, donde el estado brilla por su ausencia y esos mismos actores del estado por otro lado hacen lo privado aporofóbico y eficiente. Me viene a la mente las calles polvorientas y horribles de muchas partes de Guadalajara o Tepic, mientras por otro lado están las calles hermosas y con césped de los cotos. Somos el monumento al fracaso de lo común y el triunfo de lo individual.
Volviendo al tema médico, se que no puedo generalizar, por ejemplo cuando mi mamá se operó la trataron "bien", aunque con esa sensación de burocracia, como si el ambiente de los edificios cambiara las actitudes que en otro edificio como el ABC(un hospital fifi) no, pero lo loco es que son o podrían ser las mismas personas.
No imagino cómo se ha de sentir los hermanos Cuevas: Alex, Pam y Enrique, quienes conozco desde hace mucho. Sobre todo por que hace un año o un poco más de un año su mamá también pasó por una situación de emergencia y se atendió en el IMSS, donde la trataron de una manera inhumana. Pienso en Alex, que es biomédico, y en todas las historias donde los médicos, biomédicos, enfermeras hacen todo lo posible por que el paciente sobreviva y en las mejores condiciones, incluso en hospitales como el IMSS. Solo de pensarlo me hierve la sangre, por qué hay personas que juraron proteger la vida y en esa indiferencia acaban con la vida y los sueños de familias.
Sin embargo esto no es un caso aislado, la realidad de nuestro país es que hay negligencias por todos lados y el IMSS es donde se nota más por que es la vida lo que termina fastidiando, no es lo mismo negligencia por permitir quema de caña, tirar químicos tóxicos en un río y un largo etcétera que no causa muertes inmediatas que no contar con los elementos necesarios para salvar a una persona como este artículo de proceso narra.
Hay ejemplos positivos, por ejemplo mi cuñado que padeció cáncer lo atendieron muy bien, mi abuela también la operaron con éxito, está el caso de mi mamá, pero podrían ser outliers y algo que siempre me ha quedado claro es que es importante lograr empatía con los médicos y burócratas, más cuando tu vida podría depender de ello, sino es casi seguro que la pases mal.
Desafortunadamente para el caso de Alex y su papá, Don Carlos, esa empatía fluyó, pero hubo alguien del equipo que cometió un terrible error y el apoyo de un conocido con capacidad de cuadrar y eliminar la indiferencia no llegó a tiempo. Eso es lo terrible del IMSS.
Le mando un gran abrazo a Alex, Pam y Enrique, sin duda es muy triste lo que ha pasado, no imagino lo que sus neuronas han de estar trasmitiendo, la tristeza o el dolor de perder a alguien tan querido como un padre y la frustración de un sistema que no contribuyó para su mejora agudiza ese dolor. En mi caso siento una profunda decepción y fragilidad por la falta de evolución moral en nuestro país.
Ya saben que se les ama y quiere mucho. Descanse en paz Don Carlos y ojalá los visite en sueños.