¡Vuelven!

Hace algunos días en el marco del Calgary underground film festival tuve oportunidad de ver una película que me conmovió muchísimo y más ahora que ha recientes días nos hemos enterado de que tres jóvenes estudiantes de cine desaparecidos fueron aparentemente encontrados disueltos en ácido. ¡Carajo! Pocas películas me han hecho llorar y más por el sentimiento de frustración y abandono que pareciera muchos mexicanos viven por parte del estado y de la sociedad. Comparto con uds. el tráiler, ojalá tengan oportunidad de verla para reflexionar y actuar.

Clavecín y el caballero alemán

Emocionado, pero sabiendo que tengo que ir a mover el esqueleto les dejo otras rolas interesantes compuestas por Johann Gottlieb Goldberg. ¡Caray tiempo sin escribirles estimados tres lectores!

20:54

O debería decir las 19:54 de Calgary. He de confesarles que he estado muy ocupado viendo pornografía en mi dispositivo inteligente y es que eso de tener una computadora en la palma de mi mano no es algo que haya disfrutado antes, generalmente he vivido de usar celulares o teléfonos inteligentes regalados o de caja de cereal así que el poder de computo deja mucho que decir, pero en esta ocasión por el viaje a las tierras del arpa y la Guiness decidí comprar - asústense quien me conozca - un dispositivo inteligente y que mejor que ver las fotos de mis quinientos íntim@s amig@s, así como sus gustos variados en el placer de compartir desnudos y otros desvaríos con aderezos modernos, pero si he de ser honesto es poco el tiempo comparado con el tiempo que he dedicado a trabajar para otrora Infiernix ahora Equipurgatorio, justo me siento con un ligero remordimiento por tomarme le atrevimiento de escribir y no trabajar, pero con menudas fechas qué me queda más que fluir. Incluso no había tenido oportunidad de escuchar música mientras trabajo y es que conferencias y correos no se prestan para escuchar música y codificar, cosa totalmente distinta. Así que os comparto unas rolas de Carl Friedrich Abel

Yo simplemente

Tenía rato de publicar un desnudo público, pero no había agarrado valor

Así de simple llegando al cuarto piso con lonjas incluídas y una vida seccionada en su mayoría acometida por el trabajo y la incertidumbre, ironía que la certeza sea solo yo frente al espejo sin nada más que ese cúmulo de células