Hace un par de días dada mi falta de capacidad respiratoria me había malviajado sobre qué pasaría si tuviera algo más fuerte que Asma. El fin de semana me reuní con el camarada Raziel, su esposa, Yuri, su neonato hijo, el "special one", el amigo de "special one" y mi madre. Anduvimos caminando por la Santa Mario después de comer en un restaurante oaxaqueño y al final de cena chocolate y churros y fue en ese momento que se pudo platicar sobre la invitación de los padres de Yuri para que fuera padrino de bautizo, yo franco ateo acepté más por lo que representa la amistad con Raziel que por realmente creer en tan bellas fábulas. A lo que iba es que reflexiono constantemente sobre la vida y la muerte en particular y busco encontrar algo que satisfaga a los que somos ateos y qué mejor que Carl Sagan y esta infografía de pictoline.
Justo el mundo es tan bello y cruel, pero hermoso, hay tantas maravillas por conocer y entender, que no hace sentido emocionarse por un mundo mejor del que no hay evidencia. Sin duda si los ateos hiciéremos una congregación Carl Sagan sería parte de la lectura y justo necesitamos algo que emule y de esa certidumbre que la religión da y que además esté más allá de un mero adoctrinamiento o comfort intelectual.
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