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domingo, 28 de mayo de 2006

Fiebre en el desierto en un año par.


Cuatro partidos se dicen fácil y parecen fácil, pero son una sutil mentada de existencia y más para alguien que en su vida ha sido deportista. El viaje y la cede se dió en San Luis Potosí en un parque llamado Tangamanga. Sí, el nombre emula a una explosión gigantezca: TANGAMANGA. Y vale la pena, pues el parque cuenta con unos 20 campos de futbol, un campo de aeromodelismo, una cantidad finita y no numerable para su servidor de campos de basquetbol, un campo de motocross - se dirá así -. El viaje estuvo cargado de sorpresas y afortunadamente mi coche no fue quien ejecutase dicho acto. El equipo de Ultimate de la UAM-I viajó distribuido en dos coches. Uno de ellos nos retrasó en el sentido de reparaciones y optamos mejor por hacer uso de otro. Dicho retraso se debió a la impuntualidad mexicana o a algún rapto de extraterrestres, supongo que los matemáticos de la uam son codiciados para hacer experimentos...

Como os decía el viaje se dió en el noche del viernes. Desafortunadamente no llegamos a la hora planeada por los organizadores para darnos hospedaje y jugar un partido de carritos de super con disco. El resultado fue dormir en el coche o bajo la luz de las grises nubes de llantos celestiales sobre una mesa de aeromodelismo o que sé yo según el gusto personal. Tres horas después nos despertamos para desayunar e ir al lugar del torneo de Ultimate a calentar y a enfrentar la terrible decisión del disco. El campo verde, pese a ser zona arida, lleno de entes venusinos y marcianos lanzando el disco, calentando en círculo. Una hora después decidimos emprender una caminata hacia el campo de batalla. Nuestros rivales en dicho día fueron Janizar, Tlacuas, Pacha Mamas y Abalón. El primero conformado por varios veteranos, el partido resultó ser muy parejo y reñido, supongo que son viejas rencillas de viejos colegas, nuestro Coach y segundo Coach versus el famoso abuelo del Ultimate. Un partido digno de una justa exótica, mas la fortuna al final deglutió Janizar y por un punto nos ganó el equipo cuyo nombre recuerda las mil unas noches. El segundo conformado por gringos con un gran sentido del espíritu ultimate, saludos, preocupaciones por el viaje y agua incluida en la conversación antes del viaje. Supongo que el espíritu nos forzó a fluir y la historia se repitió, un méndigo punto.

El tercero, campeón del torneo narrado en este mensaje, demasiado ambicioso, muy buenos, unas atrapadas de lujo, pero su espíritu de juego brilló por su ausencia. Al final una recordada de espíritu y una polémica entre e intra equipos. Con el cuarto decidimos desbordar en espíritu deportivo, el resultado un partido entre compas - supongo que es el modismo adecuado -. Muy fluido, un poco pesado, pues tenían cambios para tirar la casa por la ventana. Dicho equipo resultó ser el equipo local de San Luis Potosí y del mismo surgió el espíritu de hospedaje. El Sr. Carlos ofreció de buena gana su casa, unas camas, unas chelas, un desayuno y una amistad cheve... Una experiencia totalmente nueva. Al cenit más unas cuatro horas el equipo estaba muerto de cansancio y comiendo enchiladas potosinas brindadas por los organizadores.

El día pintaba cerrar con antro, pero el cansancio abatió a todo mundo, aunado a los tacos de machito, por primera vez en mi existencia comí tal carne, y pastor...

Al siguiente día de manera análoga nos reunimos para jugar contra los naufragos o los panteras. Jalapeños cuyo autobus les hizo una mala pasada y tuvieron que jugar casi en ropa interior. Me pregunto si la apariencia Veracruzana a la larga tiende a una apariencia Rasta o Brasileira. Reñido el partido con una morenilla de cuidado. Personas muy ágiles, pero la fortuna creo que desde un inicio no les había sonreido y resultó en una celebración apoteótica de nuestro equipo a tal grado que pareció que hubiesemos ganado el torneo... El sexto partido resulto ser una revancha mal lograda con Abalón, pese a todo nos divertimos...

El partido por la final se dió entre los Pacha Mamas y los Ilegales, gringos de, según los pajarillos, talla media... Lo sorprendente de la final fueron las atrapadas extremas de los Pacha Mamas... ahhh, Poulen... bueno como os decía fueron las atrapadas y el punto que coronó a los Pachas fue un estornudo de la Fortuna, pues los Ilegales lograron interceptar un pase, mas sus dedos de mantequilla hicieron que saltara el disco cayendo en manos de un Pacha Colombiano, El Chamo para quien le interese, que tropezó con el pie de la Fortuna o se lanzó si no creen en la Fortuna.

Debo decir que fue una experiencia locochona... Quien le interese el Ultimate puede entrenar con los Tornados de la UAM o al menos los jueves en el deportivo de Plateros puede ir a ver como lanzamos el disco y nos lanzamos cuan canes euforicos tras él.

El regreso se dió una contienda de memoria entre varios tornados... un voto por las partes nobles del Dalai Lama en mi mochila.

Una disculpa a Arieti, pues he tenido un montón de ganas de chelear con vosotros, pero el azahar es terrible y me había comprometido al Torneo.

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Fotos interesantes tomadas por algún Olamayo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Saludos!!!

Me llamo Fernando y actualmente estoy en el equipo de Tornados en la UAM y casualmente tambien estoy en Longe do Mar, tal vez te conosca.
Mucha suerte!