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miércoles, 21 de septiembre de 2005

Dardanus....

... Solo deseo oigas y fluyas... El ritournelle del cual os había hablado...
J.P.Rameau

Soportado por:Castpost

2ª Referencia

1ª Referencia

3 comentarios:

Rafael Peñaloza dijo...

Pues sí está interesante, senhor; aunque con miedo a ofenderlo, tengo que confesarle que el principio me recordó excesivamente a Vivaldi (y vea que desde mí, eso no es un halago).
Saludos

Saffog Tochtli dijo...

Bueno podría ser que Vivaldi fue contemporáneo de Rameau. Si te fijas es música descriptiva lo que escuchaste en este post. Esto es debido a que la escena habla de un templo cercenado por rayos, pues es el templo de Jupiter y quien canta es el supremo sacerdote de dicho templo. En el caso de Vivaldi te ha de sonar a alguna estación sobre todo te ha de sonar al primer movimiento del Invierno. Otro aspecto pudiese ser, sin ánimo de ofender, que no has escuchado mucha música barroca y por ello te suena parecido a Vivaldi. Es como si alguien que nunca ha escuchado mucho rock siente que x melodia de green day suena a Audioslave por la simple razón de que sólo ha escuchado a Audioslave. Si no es tu caso sería muy agradable saber por qué te suena excesivamente a Vivaldi y sobre todo por que no es un halago de tu parte. No te gusta la música de Vivaldi....¿? Tengo varias óperas de Vivaldi.... Como simple detalle jamás en una ópera de Vivaldi encontrarás cantantes bajos, refiérome a la tonalidad, y es esa una de las particularidades entre la ópera Francesa y el resto de las óperas coetáneas.

Rafael Peñaloza dijo...

Pues bien es cierto que no he escuchado mucha música barroca, y la razón es la misma por la que no lo considero un halago: no me gusta. La razón de mi no-aprecio (aunque no desprecio) por esa música se debe más que nada a que me parece muy suave, demasiado tranquila y comúnmente el sonido es agudo (como usted ya bien dijo respecto a los cantantes). Para dar una referencia, mi instrumento favorito es el contrabajo.
Y sin embargo, el clavecín aún me embriaga con su sonido (fue uno de los primeros instrumentos que me llamaron al género clásico)